La menopausia es una etapa natural en la vida de toda mujer, marcada por la cesación de la menstruación y la disminución de la producción de hormonas como el estrógeno y la progesterona.
Esta transición puede traer consigo una variedad de síntomas físicos y emocionales, incluyendo sofocos, cambios de humor, aumento de peso y pérdida de masa ósea. Sin embargo, una de las formas más efectivas para gestionar estos síntomas y mejorar la calidad de vida es mediante el ejercicio regular.
La ciencia demostró que la práctica de deporte durante la menopausia es crucial para mejorar la condición física y la salud en general de la mujer. Los beneficios del ejercicio físico son múltiples y abarcan varios aspectos de la salud:
Beneficios músculo-esqueléticos: Incrementa la masa ósea, disminuyendo el riesgo de osteoporosis. Preserva la masa muscular, reduciendo el riesgo de caídas y combatiendo la sarcopenia (pérdida de masa muscular).
Beneficios cardiovasculares y metabólicos: Mejora la presión arterial, el perfil de lípidos (colesterol y triglicéridos) y la resistencia a la insulina. Ayuda a controlar la diabetes y la obesidad, factores de riesgo importantes durante la menopausia.
Efectos cognitivos y emocionales: Mejora el estado de ánimo y la calidad de vida. Beneficia las funciones cognitivas y reduce los síntomas de estrés.
Los ejercicios aliados para la menopausia
Ejercicios aeróbicos: Caminar, correr de forma moderada, andar en bicicleta y nadar son altamente recomendados. Estos ejercicios, según explican en la web de la Fundación española del corazón, mejoran la salud cardiovascular y ayudan a controlar el peso.
Ejercicios de fuerza: Levantamiento de pesas y ejercicios con bandas elásticas son esenciales a partir de los 50 años. Ayudan a fortalecer la musculatura, ofreciendo seguridad y protección a largo plazo y previenen la debilidad en la vejez.
Estiramientos y movilidad: Ejercicios de estiramiento y movilidad mejoran la flexibilidad y facilitan las tareas cotidianas como agacharse, sentarse y levantarse.
Benefician la salud y calidad de vida, mejorando el ánimo, las relaciones sexuales, el sistema circulatorio y respiratorio y reduciendo los síntomas del estrés. También corrigen defectos posturales y alivian dolores musculares, retardando las pérdidas de funcionamiento del aparato motor provocadas por el envejecimiento.
Mantenerse activa durante la menopausia puede tener un impacto significativo en la salud física y emocional. Por eso, con los ejercicios adecuados y una rutina constante, es posible atravesar esta etapa con energía y bienestar.