Por el 2011, la prestigiosa Universidad de Harvard elaboró junto con un gran equipo de especialistas una de sus dietas más célebres el “Harvard Eating Plate”, una guía para mejorar la calidad de vida y elaborada en base a la prevención de diversas enfermedades. ¿De qué se trata esta forma de alimentación?
Hace más de 23 años, Harvard TH Chan School of Public Health elaboraba junto con investigadores de Harvard Health Publications un compilado de diversos estudios que buscaba en sus objetivos realizar un plan de alimentación óptimo para la salud. En esta formulación se tomaron en cuenta aspectos de fundamental importancia como fue el caso de la prevención de enfermedades y el aumento de la esperanza de vida.
¿Cuál es la “dieta de Harvard y en qué consiste?
“En términos de enfermedades crónicas más serias como la prevención de afecciones cardíacas, diferentes tipos de cáncer y diabetes de tipo 2, esta forma de alimentación va a ser de ayuda para impedir la aparición de las mismas”, expresó Lilian Cheung, estudiosa del departamento de nutrición de Harvard.
Así la “dieta de Harvard” ha buscado adaptarse a las necesidades de mejorar la calidad de vida previniendo afecciones y ayudando a lograr un peso saludable. Este plan de alimentación se basta en el “Plato Saludable de Harvard” (Harvard’s Healthy Eating Plate) y se trata de un modelo utilizado como esquema para lograr comidas balanceadas y saludables.
Como elaborar el plato saludable de Harvard de la mejor manera
Esta estrategia se basa en la división del plato que utilizamos para almorzar y cenar todos los días. En él se destaca que los vegetales y las frutas tienen un lugar privilegiado. Según la “dieta de Harvard” estos deben ocupar ½ parte de nuestro plato poniendo el foco en el color y la variedad.
Ahora la otra mitad de nuestro plato debe dividirse en dos para dar lugar a los granos y las proteínas. ¼ de nuestro recipiente debe estar ocupado por ciertos granos. En este caso “la dieta de Harvard” apuesta por granos enteros y no harinas ya que “tienen muchas más vitaminas y minerales más saludables que no elevarán nuestro nivel de azucar en sangre tan rápido”, explica Cheung.
Harvard destaca una lista de granos que debemos incorporar:
- Avena
- Quinoa
- Cebada
- Trigo entero (se trata de la harina integral que debemos preferirla en pan y pastas)
- Arroz integral
Por último, el resto del plato se lo dejamos a las proteínas saludables, tales como el pescado, el pollo, porotos y nueces. Mientras que estas comidas deben cocinarse con aceites saludables en moderación como oliva, canola, soja, maíz y girasol. Mientras que Harvard alienta a alternar las bebidas con las que acompañamos entre té, agua y café.