Darío Sand volvió a ser el héroe y San Martín de Tucumán sumó tres puntos fundamentales

El arquero del "santo" protagonizó tres atajadas claves para conseguir los tres puntos.

San Martín venció por la mínima a San Miguel. San Martín venció por la mínima a San Miguel. Foto de Ines Quinteros Orio/ LA GACETA

Vuela, ataja y salva. La secuencia parece un bucle sin final; un vórtice que se repite una y otra vez. Pero, está ahí, firme bajo los tres palos como si su nombre fuese el único sinónimo de seguridad. ¿Es un héroe? Algo similar. Para San Martín, ya podría tener esa denominación. ¿Sorprende? Para nada. Darío Sand, una vez más, fue el motivo por el que “santo” consiguió tres puntos fundamentales para seguir subido a la zona alta.

Es verdad, el arquero no hace goles. Pero los impide y cada atajada del correntino se festeja como un tanto en Bolívar y Pellegrini.

San Miguel lo exigió a utilizar sus reflejos; lo obligó a ponerse la capa y a volver a ser el sostén de la ilusión de su equipo. Un minuto de juego fue suficiente para la primera irrupción del arquero. Sí; una vez más, San Martín entró dormido, cedió la iniciativa y casi lo paga caro como hace dos semanas contra Deportivo Maipú.

Álvaro Cazula intentó sorprender y, de cabeza, lanzó un potente remate esquinado al palo izquierdo. Suspiros y el típico grito de suspenso bajó desde las tribunas, que no estaban conformes con el planteo amarrete y poco arriesgado que había propuesto Diego Flores.

Pero Sand apareció; se estiró a más no poder y lanzó la pelota al córner. Evitó un gol que podría haber marcado el inicio de una jornada negra en La Ciudadela.

Sin embargo, San Martín no reaccionó. Los errores en la salida de Juan Orellana y la poca consistencia de Matías Ignacio García fueron aspectos que acompañaron el flojo comienzo del “santo”. San Miguel, en tanto, los explotó a más no poder con la lucidez de Nahuel Luján. El volante intentó de media distancia pero no complicó al arquero.

El ataque tampoco convenció, como si no hubiese apretado el acelerador. Es más, San Martín demoró 21 minutos en realizar su primer remate sobre el arco de Joaquín Pucheta. ¿Fue efectivo? Sí; porque el centro de Lautaro Fedele terminó en el gol de Junior Arias (picardía del “9” para anticiparse a su defensor y definir fuerte cruzado).

Igualmente, el dueño de casa no logró arrollar al equipo de Gustavo Coleoni. Tampoco preocupó demasiado al “1” del “trueno verde” .

Un disparo desde la media luna de Gonzalo Rodríguez, en la recta final del duelo, fue la única intervención destacada del arquero bonaerense. También podrían incluirse los cabezazos del uruguayo y de Nicolás Moreno, aunque ambos se fueron por encima del travesaño. ¿Mucho más? No, poco y nada del “santo”.

No hubo una gran participación de Juan Cuevas, ni una gambeta espectacular de Matías “Caco” García. Para nada. Los volantes creativos estuvieron más apagados de lo normal. Pero, claro, eso no fue necesario para tumbar a un San Miguel que arrancó bien pero que se fue desdibujando con el correr de los minutos.

Sand volvió a aparecer en el cierre del primer tiempo. Un mal despeje de Matías Ignacio García tenía destino de arco, pero, como de costumbre, el arquero utilizó sus reflejos y salvó lo que hubiese sido el empate. Sand volvió a protagonizar una atajada clave para impedir la caída de la valla en un momento crucial del duelo.

El segundo tiempo no tuvo demasiada acción. Agustín Dattola fue el líder defensivo del equipo, frenó a los delanteros de San Miguel, protagonizó cruces claves y no presentó dudas para la salida. Incluso, tomó la lanza e intentó contagiar a sus compañeros.

Lucas Diarte, en tanto, fue recibido entre aplausos y completó un debut correcto. Le costó en el inicio, pero logró aclimatarse con el paso de los minutos. Intentó asociarse con “Caco” y con Cuevas, aunque no logró profundizar demasiado por la banda izquierda.

La victoria reconforta de manera momentánea, pero deja sabor a poco y más dudas que otra cosa. San Martín ganó sin exigirse ni deslumbrar. ¿Por qué no explota la jerarquía de las individualidades? ¿Por qué no hay claridad en la idea de juego? ¿Flores falló en conformación del medio? ¿Tiene alternativas para modificar la situación? ¿Cómo hará para levantar el nivel?

Por el momento el “santo” sumó y eso es lo importante.

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