20 Julio 2024
¿Qué son los azúcares libres?
El azúcar está presente en casi todos los alimentos que ponemos en el carrito del súper y es el ingrediente protagonista de las comidas que consumimos. Sin embargo hay un tipo de este nutriente que puede causar estragos en nuestro organismo.
Los azúcares pueden dividirse en distintas categorías. Así hay algunos que están presentes en los alimentos de forma natrual como es el caso de las frutas frescas, verduras y la leche, mientras que otras son agregadas a comidas y bebidas, estas son los disacáridos, como la sacarosa o el azúcar de mesa.
¿Cuáles son los azúcares que deberíamos limitar?
Los azúcares naturales no han mostrado efectos adversos a la hora de consumirlos mientras que los disacáridos como la sacarosa, ha revelado consecuencias como la adicción a nivel neuroconductual a la misma vez que es capaz de generar ciertas alteraciones metabólicas. Se ha observado también que el consumo de alimentos azucarados libera neurotransmisores asociados al placer, lo que facilita la adicción a estos productos.
Los azúcares de este tipo se almacenan rápidamente como grasa corporal a la vez que alteran la respuesta metabólica del organismo. Si se produce un consumo sostenido lo más probable es que luego se genere una resistencia a la insulina, lo que a la larga genera afecciones como la diabetes. Por ello es que evitar los azúcares agregados es fundamental para mejorar la salud.
¿Qué sucede con nuestro cuerpo cuando dejamos de consumir azúcar?
El dejar el azúcar puede desencadenar muchos procesos beneficiosos para la salud. Primeramente al reducir las fuentes de energía rápida podemos mantener un equilibrio en nuestros combustibles internos, regulando el metabolismo. De esta manera nos podemos sentir con más energía, a la vez que reducimos las ganas de comer productos azucarados y mejoramos la composición de grasa corporal.
Reducir la ingesta de azúcares presentes en los alimentos ultraprocesados puede ayudarnos a dormir mejor. Esto se debe nuevamente a que el azúcar potencia la energía, lo que produce que nos mantengamos despiertos por más tiempo. Este nutriente produce un sueño más ligero, menos reparador y más interrumpido a la vez que incluso puede desencadenar trastornos respiratorios.
El renunciar al azúcar puede mejorar nuestro peso corporal, sobre todo si dejamos de consumirlo antes de dormir. Esto se debe a que si cosumimos este nutriente antes de descansar, no podemos liberar esa gran cantidad de energía incorporada. Al no hacer ninguna actividad física, no somos capaces de consumir ese combustible, lo que provoca que no metabolicemos la sustancia y esta se vuelva inflamatoria, conduciendo al almacenamiento de la misma y el aumento de grasa.
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