Máximo Menem, el hijo de Cecilia Bolocco y el fallecido expresidente argentino Carlos Menem, regresó a Chile tras un par de semanas viajando por Europa con su madre. Sin embargo, durante el receso invernal de su universidad, Máximo decidió tomarse unas nuevas vacaciones lejos de su famosa madre para disfrutar de la nieve en la Cordillera de Los Andes.
Las vacaciones de invierno de Máximo
El joven de 20 años cambió el caluroso verano europeo por el frío invierno de las montañas andinas. Aprovechando el receso antes de retomar sus estudios universitarios, Máximo se tomó unos días para esquiar en la cordillera.
Conocido por su afición a los deportes extremos, Máximo mostró que también es un apasionado del esquí, además de su preferencia por los deportes acuáticos. El único hijo de Cecilia Bolocco se instaló en un exclusivo hotel en el lado chileno de la cordillera, cerca de las pistas de esquí, donde pudo disfrutar de todas las comodidades necesarias para pasar momentos inolvidables con sus amigos más cercanos.
Para la ocasión, Máximo lució un traje de esquí totalmente negro y posó sonriente junto a su grupo de amigos, quienes comparten su pasión por los deportes extremos y la nieve. Aunque suele mantener un perfil bajo y comparte pocas imágenes de su vida privada, recientemente publicó una selfie brindando al atardecer con sus amigos, acompañada de la leyenda: "Amigos míos".
Mientras tanto, su madre, Cecilia Bolocco, permaneció en su mansión en Santiago de Chile junto a su marido Pepo Daire, disfrutando de su papel de abuela con los nietos del empresario.
Cómo fueron los días de Máximo y Cecilia en Europa
Recientemente, madre e hijo realizaron un viaje de ensueño por las islas y playas europeas. Máximo y Cecilia abordaron un lujoso crucero y disfrutaron de lo mejor de Italia y el sur de Francia. Durante el viaje, el joven fue el más activo en las redes sociales, compartiendo las mejores fotografías de estos días de descanso junto a su famosa madre.
El primer destino del viaje fue Córcega, una isla ubicada en el Mar Mediterráneo. También visitaron Bonifacio, una ciudad al sur de la isla conocida por su casco antiguo medieval y sus impresionantes acantilados. Luego, se trasladaron a Porto Cervo y San Pantaleo, donde aprovecharon para hacer compras, una actividad que ambos disfrutan gracias a su interés por la moda y la indumentaria.