A veces pensamos que la única manera de hacer ejercicio y perder peso es asistiendo a un gimnasio. Así, en muchas ocasiones nos sometemos a actividades exigentes y que no sintonizan con nuestros gustos y preferencias. Por ello existen otras opciones y disciplinas como los deportes al estilo de la natación, el vóley o el tenis que resultan eficaces para la pérdida de peso. ¿Pero que sucede con actividades como es el caso del yoga?
El yoga es una práctica conocida por la búsqueda de conexión entre el cuerpo, la mente y el alma. Su popularidad está dada por ser más que una disciplina física ya que busca además una cierta plenitud espiritual cuyo fin es alcanzar el samadhi, es decir la liberación o la paz. Así a la vez resulta una práctica mucho menos exigente que ejercicios cardiovasculares, rutinas HIIT o deportes de alto rendimiento.
¿El yoga sirve para bajar de peso?
Al respetar los tiempos del cuerpo y realizarse con más calma, muchas personas pueden pensar que el yoga es ineficaz para los propósitos de bajar de peso. Sin embargo, esto está muy alejado de la realidad. Como cualquier ejercicio el yoga es una disciplina efectiva para bajar de peso y mejorar la salud integral. Además la conexión que crea entre el cuerpo y la mente puede dar pie a grandes cambios en el estilo de vida que irán más allá de lo que ejecutás en tu rutina.
El yoga implica un estilo de vida, por ende el comenzar a practicarlo puede cambiar la forma en que nos movemos en el mundo, la comida que consumimos y cómo nos percibimos a nosotros mismos. Además de estos cambios en la forma de ver la realidad, en la práctica física de yoga existen ejercicios sumamente efectivos para lograr llegar al peso ideal sin muchas exigencias.
¿Cuál es el ejercicio de yoga que ayuda a bajar de peso?
Una actividad muy sencilla que puede ayudar a este propósito a la vez que colabora en el fortalecimiento de la masa muscular es la postura de Purvottanasana, que beneficia distintas partes de nuestro cuerpo, como lo son el abdomen, brazos y glúteos.
Ejecutarla es muy sencillo, solo debemos seguir estos pasos:
1. Debemos colocarnos con los pies descalzos sobre una mat o colchoneta con las piernas extendidas.
2. Luego tenemos que colocar las palmas de las manos a ambos lados del cuerpo, ligeramente detrás de las caderas, con los dedos apuntando hacia los pies.Con esta posición tenemos que levantar las caderas.
3. Mantenemos los brazos firmes, el pecho abierto y las piernas activas. Debemos asegurarnos de que los hombros están relajados, ya que es habitual que los tensionemos.
4. Debemos mantenernos firmes como una tabla y la cabeza debe estar alineada con la columna vertebral. El mentón no debe acercarse al pecho.
5. Lo ideal es que permanezcamos en esa posición un mínimo de 30 segundos. Si llegamos al minuto, mucho mejor
6. Volvemos a la posición inicial cuando nuestro cuerpo lo pida. Es importante no forzar y, por supuesto, no esperar a sentir dolor.
7. Para salir de la postura, soltamos el aire poco a poco y bajamos las caderas hasta el suelo.