Por Benjamín Papaterra
16 Agosto 2024
Prensa CASM
Intuición, suerte, astucia, casualidad… Iván Molinas fue el héroe inesperado del último triunfo de San Martín. El volante apareció en el lugar preciso y, con un poco de fortuna, desvió el disparo de Juan Cuevas que inclinó la balanza a favor del “Santo”. Un gol que significó el fin de una racha de 26 años sin ganarle a Chacarita como local. Pero, sobre todo, desató la euforia de La Ciudadela, que sigue en lo más alto de la zona “A” de la Primera Nacional.
Para el misionero, el tanto no solo significó el gol de la victoria, sino que fue una revancha personal. Una caricia que apareció en el minuto justo. “Hace mucho tiempo que estaba esperando este momento”, confesó el volante, que por primera vez consiguió una conquista como local –segunda con la camiseta del “Santo”-. “Es el mejor momento de la temporada. El hecho de ser punteros y de que estamos afianzados como grupo nos da mucha confianza para lo que viene. Es un hermoso momento que tenemos que disfrutarlo día a día”, agregó.
El contexto y la importancia son condimentos que le dan un sabor especial al gol. Claro; el tanto sirvió para que el “Santo” consiga la quinta victoria consecutiva y no perderle pisada a San Martín de San Juan. “El modo en el que se dio hace que tome más relevancia. Estoy contento por el momento que estamos pasando como equipo. Merecemos estar en esta situación y estamos yendo por un gran camino”, indicó.
La temporada de Molinas fue cambiante. Si bien empezó como titular y marcó un gol frente a Maipú, nunca sostuvo la regularidad necesaria para mantenerse en el “11”. Incluso, el mediocampista perdió terreno en las últimas presentaciones de San Martín: en los ocho partidos que se disputaron en la segunda rueda, solo jugó dos –uno como titular- y acumuló 63 minutos. Tampoco puede pasarse por alto que no fue al banco de suplentes frente a Ferro.
“Arranque jugando como extremo, que no es una posición natural en mi juego. Así pude marcar mi primer gol con San Martín. Me fui afianzando cada vez más en ese lugar. También, en la pretemporada, jugué como interno. Y después me tocó hacer una especie de doble “5”, pero un poco más adelantado. Me sentí muy cómodo en todos los puestos que jugué. Creo que lo hice de gran manera. Estoy contento por el rendimiento que vengo teniendo en este año. Obviamente que me gustaría jugar un poco más, pero son decisiones del técnico que tenemos que respetarla. Más allá de eso, estoy contento por el presente del equipo”, comentó el volante.
¿Por qué Molinas perdió protagonismo? La respuesta es multifactorial. A priori, el volante tiene una ardua competencia para meterse entre los titulares. Gustavo Abregú, Matías Ignacio García, Juan Cuevas, Matías “Caco” García y Pablo Hernández tienen cierta ventaja. Motivos que provocaron que el misionero quede relegado. “Lo más complicado que me tocó atravesar fueron los últimos partidos que no entré. Pero hay que estar preparados para estas situaciones y tener la fortaleza mental. Lo bueno es que ingresé este fin de semana y estuve en el lugar preciso para desviar la pelota que nos sirvió para tener esos tres puntos importantísimos”, indica.
Pero no es la única causa. El volante no terminó de cuajar en el esquema de Flores y fue uno de los focos de críticas de los hinchas. “El jugador de fútbol tiene que estar acostumbrado a los comentarios negativos. Tenés que estar preparado porque siempre existen. Mucho más en San Martín que es un club con muchísima exigencia por la gente y la historia que tiene. Tenemos que disfrutar los buenos momentos, y afrontar los malos. Eso es lo que nos hace crecer día a día en esta profesión”, señala.
No obstante, el momento personal no modifica el anhelo de Molinas. “Desde que llegué a San Martín, el único sueño que tengo es el de ascender. Ese fue el desafío que hizo que viniera a esta provincia. Quiero que el club esté en el lugar que se merece”, expresa.
Así, Molinas quiere recuperar el lugar perdido y, sobre todo, seguir aportando su “granito de arena” al gran objetivo de San Martín.
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