Por Gabriela Baigorrí
18 Agosto 2024
El feminismo y sus laberintos. El deseo y el sexo. Los mecanismos de cancelación y de la corrección política. Estos son algunos de los conceptos que aborda la escritora y filósofa Pola Oloixarac en su última obra llamada “Bad Hombre”.
Invitada por Federalismo y Libertad y la Fundación Friedrich Naumann, presentó este viernes la novela en Tucumán. En el evento, mantuvo un diálogo sobre feminismo y derechos humanos con la diputada del PRO Sabrina Ajmechet, presidenta de la comisión de Derechos Humanos de la Cámara Baja.
“Es un libro para todos los seres humanos y también apto para inteligencias artificiales”, dijo en una conversación con LA GACETA. Aún sorprendida por los alcances y buenas repercusiones de su obra, se refirió a los ejes del texto y también a la actualidad de los movimientos de mujeres en el contexto nacional.
- ¿Cuáles son los riesgos de la cultura de la cancelación’?
- Creo que no es una buena herramienta del feminismo. De hecho, lo que investigo en este libro y lo que encuentro es que una cancelación se puede moderar. Sucede si sos parte del grupo virtuoso feminista cancelatorio y vos podés proteger gente o destruirla. Eso es lo que al final del día vemos en casos como los de Pedro Brieguer o Fernando Espinoza y de toda esta gente que puede operar porque existe un mecanismo que le permite hacerlo. Ese mecanismo no sé si lo llamo patriarcado; lo podemos llamar connivencia del feminismo cooptado y prebendario, que elige mirar para otro lado ante los peores tipos y los más machirulos, violentos y criminales.
- ¿Qué sensación tiene respecto del caso de Alberto Fernández y Fabiola Yáñez?
- Mi reacción es de espanto. A la vez, es la confirmación de cosas que pensaba. Nunca creí que él fuera paladín de ninguna causa buena ni justa. Por eso no lo voté ni lo hubiera votado nunca. Creo que el desafío del feminismo es luchar por los derechos de las mujeres y aprender de esta mala experiencia. De qué es lo que pasa cuando una causa transversal como la de los derechos humanos o el feminismo es cooptada por un partido para velar por los intereses del partido.
- ¿Cuál es el reto del feminismo frente a casos como el del expresidente?
- El desafío del feminismo es también entender que tiene que ser una manera de pensar o una agrupación civil totalmente despegada del poder político. Porque cuando el poder político lo coopta, hace que la prioridad deje de ser la protección de las mujeres y pase a ser la de los machos del poder. Es lo que vemos en el silencio ante el caso Sena (por el asesinato de Cecilia Strzyzowski en manos de miembros del clan piquetero chaqueño que encabezaba Emerenciano Sena), en el que una chica habría sido deglutida por cerdos. Una aberración y hay un feminismo que calla y que tiene doble vara: cuando se toca el peronismo parece que hay que callarse. Es super triste porque no está al servicio de las mujeres
- El movimiento feminista está frente a un Gobierno que lo cuestiona ¿Cómo ve las reacciones?
- Todo el mundo está cuestionando la manera en la que este feminismo tan cercano al peronismo está reaccionando. Me parece que es una pregunta de la sociedad y el Gobierno se pliega a las preguntas de la sociedad. No veo que sea el Gobierno el puntal de lanza contra el feminismo, para nada. Sí me parece que las feministas se metieron en un berenjenal fuerte. Hay ideas que siempre sostuvieron, como el “yo te creo hermana” para todos los casos y que era justamente el tipo de la lógica que habilitaba la cancelación irrestricta, parece que ahora no se aplica. Y si hay que aplicarlo, es cuando hay una mujer que denuncia y que está mostrando pruebas de lo que pasó. A esa mujer es a la que hay que escuchar y el feminismo tiene que estar para que a esa mujer se la escuche. Cuando ves a las mujeres que dicen “pobrecito Alberto” porque era el presidente del PJ y el presidente de la Nación, te hace pensar que los principios se los aplican sólo a los demás. Y es lo mismo que pasó en la pandemia.
- ¿Cómo analiza el vínculo entre la violencia machista y el poder?
- Creo que la definición es que hay violencia machista en el poder porque hay un feminismo que actúa de manera cómplice con ese mismo poder. No hay cosa más machista que sentir que las personas que dicen defender tus derechos en realidad no los defienden. Defienden a los machos del peronismo y es la mayor afrenta.
Oloixarac es también autora de las novelas “Las teorías salvajes”, “Mona” y “Las constelaciones oscuras”. Sus trabajos han sido traducidas a una decena de idiomas y se consiguen en diferentes países. Es colaboradora frecuente de medios como “El País”, “The New York Times” y “Folha de Sao Paulo”. Ahora es columnista en el diario “La Nación”.
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