Una pareja fue detenida en Berazategui, Buenos Aires, acusada de prostituir a sus tres hijos menores de 8, 10 y 14 años a cambio de dinero y del pago del alquiler de su vivienda. La investigación, dirigida por el fiscal Daniel Ichazo y apoyada por la División Cibercrimen de la policía local, culminó con la detención de Claudia Noemí Ramírez, de 37 años, quien presuntamente "entregaba" a sus hijos para que fueran sometidos a abusos sexuales.
El fiscal Ichazo imputó a Ramírez por varios delitos graves, incluyendo la "producción de material de abuso sexual infantil", "abuso sexual con acceso carnal agravado" y "corrupción de menores". Durante los allanamientos, las autoridades incautaron dispositivos electrónicos que podrían contener pruebas de la explotación, como celulares, una notebook del programa Conectar Igualdad, y otros dispositivos de almacenamiento.
La red de explotación incluía traslados de las víctimas por distintas localidades de la provincia, como Lanús, Quilmes, Almirante Brown y Florencio Varela, donde se sospecha que algunos presos, detenidos por otros delitos, participaron en la red de abuso. Las víctimas lograron denunciar la situación después de que algunos de los involucrados fueran detenidos por otros crímenes.
Este caso ha conmocionado a la comunidad local, subrayando la gravedad de la explotación infantil y la complejidad de las redes de abuso que operan incluso dentro de las cárceles. Las autoridades continúan investigando para desarticular completamente la red y llevar justicia a las víctimas.