Esto es lo que cambia en tu cuerpo a partir de los 40: cómo mantenerlo saludable

El cerebro inicia una "reconfiguración" interna que tiene profundas implicancias en la salud cognitiva.

22 Agosto 2024

Al cruzar la barrera de los 40 años, el cuerpo comienza a experimentar una serie de transformaciones significativas, y el cerebro no es la excepción. Un estudio realizado por la Universidad de Monash, en Australia, reveló que el cerebro inicia una "reconfiguración" interna que tiene profundas implicancias en la salud cognitiva.

Cambios en el cerebro a partir de los 40

La neurocientífica Sharna Jamadar explica que, aunque el cerebro solo representa el 2% del cuerpo, consume el 20% de la glucosa que ingerimos. Sin embargo, con la edad, esta capacidad de absorber nutrientes disminuye. Para compensarlo, el cerebro realiza una "reingeniería" de sus sistemas, ajustándose a los nutrientes que aún puede procesar de manera efectiva.

Este proceso, descrito por los científicos como "radical," integra más las redes neuronales, afectando el proceso cognitivo. Lo sorprendente es que, en algunos casos, este "recableado" ha creado una especie de resistencia al envejecimiento cerebral, lo que podría ayudar a mitigar algunos efectos del paso del tiempo.

Menor flexibilidad cognitiva

El estudio también muestra que a partir de los 40 años, los circuitos cerebrales se reconfiguran, lo que puede resultar en un pensamiento menos flexible, menor inhibición de la respuesta y una reducción en el razonamiento verbal y numérico. Esto ocurre porque las redes neuronales se conectan más con circuitos generales y menos con los específicos, a diferencia de lo que sucede en las décadas previas.

Cómo mantener el cuerpo y la mente saludables

Para mantener tanto el cuerpo como la mente en óptimas condiciones a medida que envejecemos, es fundamental adoptar hábitos saludables. Aquí algunos consejos:

Alimentación equilibrada: mantén una dieta rica en nutrientes, enfocándote en alimentos que beneficien al cerebro, como pescados grasos, nueces, frutas y verduras.

Ejercicio regular: la actividad física ayuda a mantener el cerebro y el cuerpo activos, mejorando la circulación y promoviendo la neurogénesis.

Estimulación mental: mantén la mente activa con desafíos cognitivos, como aprender algo nuevo, resolver acertijos o participar en actividades que requieran razonamiento.

Descanso adecuado: dormir lo suficiente es esencial para la recuperación y el mantenimiento de las funciones cerebrales.

Gestión del estrés: practicar técnicas de relajación, como la meditación o el yoga, puede ayudar a reducir el impacto del estrés en la salud cognitiva.

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