La merienda real cobra existencia con La Hora del Té

TETERA DE PORCELANA. La Hora del Té sirve sus meriendas en decenas de piezas de vajilla importada. TETERA DE PORCELANA. La Hora del Té sirve sus meriendas en decenas de piezas de vajilla importada.
08 Septiembre 2024

Bajo el lema “la felicidad dentro de una taza”, Carolina y Lorena preparan unas meriendas de ensueño. Con mesas románticas, ataviadas con flores, manteles y colores, recrean escenas dignas de un palacio real. La magia envuelve los encuentros que preparan “Caro” y “Loló”, como se presentan ellas mismas en sus redes sociales.

El emprendimiento lleva ya más de un año de atención. “Nos dedicábamos a la decoración de eventos y queríamos algo más completo, donde estuviese toda nuestra impronta”, cuenta “Caro” a LA GACETA y agrega que lograron dar una “vuelta de rosca” al plan original para alcanzar todo el potencial que esperaban.

Felicidad en taza

Servir el té es todo un ritual para el que se preparan con los mejores insumos y en el que ponen todo su esmero. “Nos iniciamos en este mundo a partir de encontrar en esas tazas y en esos sabores algo que nos gustaba y disfrutábamos. El té siempre es sinónimo de un encuentro relajado, de festejos, de charlas. Nos parece tan íntimo, también, y al mismo tiempo tan completo para compartir”.

Estas emprendedoras tucumanas tienen la artillería pesada del té. Cuentan con líneas de vajilla japonesa, francesa y argentina; manteles bordados a mano de más de 40 años y trabajan con las que consideran las mejores marcas. Uno de los objetivos que persiguen sus mesas es lograr el balance ideal entre lo antiguo o vintage y lo moderno. “Siempre son mesas que van pensadas para cada cliente”, destaca “Loló”.

AMISTAD. Caro y Loló celebran cada una de sus mesas de té. AMISTAD. Caro y Loló celebran cada una de sus mesas de té.

Una carta de meriendas

Los servicios que ofrecen varían de acuerdo a la personalidad del cliente, el evento, el horario en el que se quiera celebrar y a todas las posibilidades de presupuesto. Una de las opciones es el coffee break, una mesa armada con pocillos antiguos y petit four para que todos los invitados puedan servirse. Otra de las opciones es la merienda clásica que se sirve porcionada a modo de degustación contundente con una variedad de dulces y salados que equilibran el sabor del té.

Tal vez la opción estrella y la favorita de la mayoría sea la que eligen llamar “La Hora del Té y más”. En el tope de gama, el servicio incluye la merienda y, además, un brindis con vino espumante y un bandejeado de bruschettas para que los agasajados puedan celebrar y dar un cierre acorde al evento.

Como no podía ser de otro modo, se encargan de servir los mejores sabores con toda la calidad que tengan a su alcance, tanto en postres y bocadillos salados como en té. Para prepararlo de la manera correcta, utilizan agua mineral Palau que cumple con las “características para preparar un buen té”, explica “Caro”. Es que la clásica infusión debe servirse a 80° –y no con agua hervida, como suele hacerse– para que las hebras liberen toda su esencia de la mejor manera posible.

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