San Martín de Tucumán: ¿por qué Iván Molinas se emocionó después del gol frente a All Boys?

Tras el cabezazo que venció la valla de Lisandro Mitre, el volante corrió hacia el tiro de esquina, se sacó la camiseta y se emocionó por la conquista. Incluso, realizó una dedicatoria especial.

GRITO DE GOL. El volante misionero festejó a pleno la conquista frente a All Boys. GRITO DE GOL. El volante misionero festejó a pleno la conquista frente a All Boys. FOTO DE MATÍAS NAPOLI ESCALERO/ESPECIAL PARA LA GACETA
Hace 3 Hs

¿Qué significa marcar un gol? El reduccionismo del diccionario respondería de manera simple: el ingreso de la pelota en el arco. Es simple: patear, superar la barrera del arquero y estampar el esférico contra la red; no hay mucha más ciencia. Pero no todos los goles son iguales o tienen el mismo valor. No es lo mismo marcar al inicio del partido que en el último minuto. Seguro, la segunda situación despierta muchas más emociones que la primera. ¿Por qué? La agonía es un factor que enamora a los apasionados del fútbol. Aunque tampoco es el único simbolismo.

Cada jugador siente de manera diferente, y en ese grito muestra un poquito de su intimidad. Esa que no conocemos y que tanto intentan ocultar de los flashes, pero que en estas situaciones no importan. Iván Molinas vivió una situación similar. No es casualidad que después del gol de cabeza a All Boys se haya sacado la camiseta, haya corrido hacia fuera de los límites del campo y, con los ojos con lágrimas, haya gritado lo más fuerte posible.

Ese fue un tanto que no sólo significó la victoria de San Martín, sino que también fue una muestra del momento futbolístico que atraviesa. “El gol me hizo sentir muy feliz y me dio mucha satisfacción que haya sido en un partido tan clave como este. Venía de no sumar muchos minutos en los partidos anteriores; me emocioné porque son muchas cosas las que me vienen pasando en el último tiempo y por eso le dediqué a mi novia que está embarazada hace cinco meses. Estamos esperando una nena. Así que esto es para ella y para toda mi familia que siempre me apoya, en los momentos lindos y también en los malos”, dijo el volante en diálogo con LA GACETA.

Claro, el grito ocultaba esa sensación de revancha consigo mismo por el poco tiempo que acumuló en los últimos partidos. En la segunda rueda sólo disputó cuatro partidos y sumó 76 minutos en cancha. “Viene entrando pocos minutos pero lo hace. Es un chico que trabaja muy duro y que realizó muchos cambios positivos. Creo que hizo una buena base. Está en todas las citaciones; tiene tres goles y cuatro asistencias”, había dicho Diego Flores, entrenador del “Santo”, tras la victoria en Floresta.

Todos estos condimentos hacen que Molinas se haya descargado por completo en esa conquista frente al “Albo”, en una jugada que armó a la perfección. Recibió el pase de Matías “Caco” García, levantó la cabeza, compartió la pelota con Ulises Vera, picó al espacio, cabeceó en soledad y a gritar.

El 1-0 sentenciaba un partido que le había costado horrores a San Martín, que generó muy poco peligro. Es más, podría considerarse que el cabezazo del misionero fue la única jugada clara en los 90 minutos. “Mis amigos y mis familiares siempre son un sostén. Más en los malos momentos porque son los que te levantan. En las buenas, como ahora, se hace mucho más fácil todo y se disfruta”, comentó Molinas.

Las felicitaciones no tardaron en llegar. Con tan sólo visualizar las redes sociales, varios de sus afectos le dedicaron algunas palabras al volante, aunque la que más resaltó fue la publicación que le dedicó su compañero Gonzalo Klusener. “Desde la tierra colorada y para el mundo. El goleador de la noche. ¡Aguante la grasita sanadora, ‘Moli’”, había escrito el delantero en Instagram.

Es cierto, Molinas no atraviesa el momento futbolístico que quisiera, aunque reconoce que el fútbol no se restringe únicamente a lo que sucede dentro del campo de juego. “Hay momentos en el fútbol en los que no te toca sumar tantos minutos. Ahí es importante poder aportarle al grupo desde otro lugar. Eso es lo importante en un plantel grande como el nuestro, que tiene jugadores de tanto renombre y de gran nivel. Por eso, hay que estar preparado para cuando llegue la oportunidad”, comentó.

Para Molinas, el presente de San Martín es inmejorable y se muestra ilusionado con el sprint final del torneo. ¿Por qué logró sacar una ventaja amplia el equipo? El misionero responde que fue consecuencia de la competencia interna. “Siempre fue muy buena y, sobre todo, sana. Eso hizo que el equipo pudiera crecer y nos desempeñemos de este modo. Por algo este equipo logró hacer 70 puntos en este torneo, el que más tiene en la Primera Nacional. Le sacamos siete al segundo a falta de cinco fechas”, indicó. “All Boys era un partido muy complicado porque ellos venían en alza y se hacen muy fuertes de locales. Por eso destrabar el partido de esta manera me dio muchísima alegría. Estamos viviendo un gran momento y eso se nota en el sacrificio del equipo”, añadió.

Esta situación provoca que San Martín deba enfrentarse a un nuevo desafío: mantener la cabeza fría. “Tenemos que estar tranquilos. Por suerte como equipo, tenemos la mente puesta en el día a día y no vemos más allá del próximo partido. También sentimos que con siete puntos de ventaja llegamos muy bien al final del torneo. Tenemos que saber aprovechar el momento”, sentenció.

Más allá de ello, el misionero se siente conforme con lo realizado en el último partido. Es cierto espera ganar más protagonismo, pero tiene en claro que el objetivo principal es el ascenso y dará todo por conseguirlo.

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