Hellboy se relanza con el desafío de tener vuelo propio

Ron Perlman y Guillermo del Toro formaron una dupla difícil de superar en “Hellboy” (claramente la primera de 2004 mejor que la segunda de 2008), la adaptación al cine del semidemonio de buen corazón y enamoradizo creado por Mike Mignola para Dark Horse Comics.

Luego de un fallido reboot en 2019 y sus versiones animadas y en videojuego, comienza un nuevo ciclo del personaje con el estreno de “Hellboy: The Crooked Man”, dirigida por Brian Taylor a partir de un guion que coescribió con el propio Mignola y Christopher Golden, protagonizada por Jack Kesy, secundado por Martin Bassindale, Jefferson White, Joseph Marcell, Hannah Margetson y Adeline Rudolph.

El desafío de fondo es lograr que el público se olvide del antecedente de hace dos décadas y logre disfrutar de la historia con autonomía y sin comparaciones para lograr un vuelo propio que le asegure secuelas. Para ello, se espera que esta producción sea fiel al diseño original de Hellboy, aunque en una versión más joven que las de Perlman y con menos presupuesto que Del Toro. Como compensación, Taylor prometió llevar a la pantalla los elementos “oscuros, aterradores, violentos y adultos” que llenaron las páginas de sus cómics.

La mención del vuelo no es exagerada: la historia para esta producción comienza cuando, después de realizar un aterrizaje forzoso en la zona rural de los Apalaches de la década de 1950, Hellboy y la novata agente de Bureau for Paranormal Research and Defense (BPRD) Bobbie Jo Song descubren una pequeña comunidad perseguida por seres sobrenaturales que les exigen cultos satánicos con elementos folclóricos y tradicionales del lugar, cuando buscaban cómo comunicarse con la base. Así, se suma al relato la capa de los pueblos de las zonas desiertas del interior estadounidense, alejando la acción de las ciudades atiborradas de gente de los otros filmes de la franquicia.

Entre los personajes maléficos del lugar aparece la bruja Cora Fisher, pero mientras avanza la trama se descubre que todo está bajo el poder real de El Hombre Torcido (el Crooked Man del título), que tiene una conexión inquietante con el pasado del personaje central. Ese vínculo permite bucear en los orígenes del cornudo antihéroe y da alas a un campo de especulación útil para el desarrollo de otras historias.

Hellboy deberá apelar a todos sus recursos y a su naturaleza heroica para manejar la situación y superar los fenómenos paranormales que los acechan, con elementos de fundamentalismo religioso de por medio. Si lo logra, y la respuesta de taquilla es la esperada por los productores, están en capilla una nueva película por década del personaje.