Bayer continúa su compromiso con la innovación en el tratamiento de enfermedades crónicas en Argentina. Tras el lanzamiento de Finerenona, con su actual indicación para pacientes con diabetes tipo 2 para prevenir complicaciones renales y cardíacas, la empresa sigue apostando por el avance en investigación.
“Finerenona posee un enfoque integral. Se posiciona como el primer antagonista No esteroideo del receptor mineralocorticoide dedicado al riñón y con beneficios cardiovasculares que desacelera la progresión de la insuficiencia renal y eventos cardiovasculares. Esta molécula novedosa bloquea de manera eficaz los receptores que contribuyen a la inflamación y cicatrización del corazón y el riñón. Su mecanismo de acción único ataca directamente la hiperactivación de los receptores mineral corticoides en los riñones, corazón y vasos sanguíneos, con mayor potencia, selectividad y menor riesgo de eventos adversos”, comenta la Dra. Lucrecia Secco .(MN 120.747), Asesora Médica de Bayer Cono Sur para Finerenona. Y sostuvo: “La salud cardiovascular es una prioridad para Bayer, y estamos comprometidos en ser un actor clave en esta área para mejorar la vida de los pacientes y reducir la carga socioeconómica asociada”.
Categorizada como silenciosa por su ausencia de síntomas, la Enfermedad Renal Crónica (ERC) está presente entre el 30% a 50% de los pacientes con DT2 y por ser asintomática y considerada “invisible” para los pacientes, hasta un 80% de ellos no tendrán un diagnóstico de esta condición en un estadio temprano.
La enfermedad renal crónica es un importante factor de riesgo cardiovascular y puede aparecer a consecuencia de la hipertensión y la diabetes. En este marco es importante comprender la relación entre el riñón y el corazón. La insuficiencia renal y la cardíaca frecuentemente coexisten, intensificando el impacto en la salud de los pacientes. En ese marco, la innovación en los tratamientos para abordar esta interrelación es fundamental.
La Dra. Mirta Diez (MN 68240), jefa del Programa de Insuficiencia Cardiaca y Trasplante del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires afirmó: “Existe una estrecha relación entre el riñón y el corazón. El deterioro de la función de uno impacta negativamente en el otro, por lo que es crucial reconocer esta conexión. En pacientes con insuficiencia cardíaca, aproximadamente la mitad desarrollará algún grado de deterioro renal con el tiempo, y lo mismo ocurre a la inversa. Si logramos mejorar la función de uno de estos órganos, el otro también se beneficiará. Mejorar la función renal favorecerá al corazón, y si el corazón mejora, el riñón también lo hará. Por eso, la interrelación entre corazón, riñón y otros factores metabólicos es de vital importancia.”
“La insuficiencia cardíaca es una condición en la cual el corazón no puede bombear suficiente sangre para que se concreten las funciones fundamentales del organismo. Esto genera síntomas como falta de aire, cansancio extremo, hinchazón en pies y tobillos, dificultad para hacer ejercicio o realizar tareas cotidianas, e incluso problemas para dormir. En casos avanzados, puede causar pérdida de peso involuntaria debido a una congestión en los órganos”, agregó la Dra. Diez.
Asimismo, la cardióloga explicó que la IC “es frecuente en adultos mayores y está asociada a factores de riesgo. Por ello, es crucial prevenirla mediante el control de estos factores y, una vez que se desarrolla, realizar un diagnóstico temprano. Esto permite acceder a tratamientos que reducen la mortalidad, las hospitalizaciones y mejoran la calidad de vida.”
Sobre los factores de riesgo, la Dra. Diez profundizó: "Los principales factores de riesgo para la insuficiencia cardíaca incluyen enfermedad coronaria, hipertensión, obesidad, diabetes, valvulopatías no corregidas, miocardiopatías familiares y ciertos quimioterápicos. Adoptar una vida saludable, hacer actividad física adecuada y seguir el tratamiento médico son clave para mejorar la calidad de vida y reducir la mortalidad.”
"Para seleccionar las drogas adecuadas en pacientes con insuficiencia cardíaca, es crucial conocer la fracción de eyección del ventrículo izquierdo, que mide la cantidad de sangre que el corazón bombea en cada contracción. Según si esta fracción está disminuida o preservada, se ajusta el tratamiento para mejorar la evolución de la enfermedad." Cerró la Dra Mirta Diez.
Y concluyó: “En las últimas cuatro décadas tuvimos grandes avances en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca, lo cual logró reducir la hospitalización y reducir la mortalidad. Por eso es muy importante que los pacientes tomen toda la medicación que les aconseja su médico.”
Los controles de rutina no deben postergarse nunca porque en el caso de la mayoría de las patologías, el seguimiento médico y el cumplimento de los tratamientos son clave para mejorar la evolución de la enfermedad y la calidad de vida de los pacientes.
Bayer, mediante el programa MOONRAKER, investiga el rol de finerenona en todo el espectro de IC. Recientemente, en el último Congreso Europeo de Cardiología de Londres 2024, se presentaron avances del estudio 20103 FINEARTS-HF: se trata de un estudio fase III que evaluó la eficacia de finerenona en pacientes con IC preservada. Este estudio contempló más de 6.000 pacientes en casi 40 países del mundo con un seguimiento de 32 meses, a través de un enfoque integral. De esta forma, se continúa trabajando para reducir la carga de estas afecciones y contribuir al bienestar de miles de personas en Argentina y el mundo.