Cinco razones por las que los jóvenes no contestan el teléfono, según la psicología

Según una reciente encuesta de Uswitch, una de cada cuatro personas de entre 18 y 34 años nunca contesta el teléfono. Esta situación suele ser entendida entre los jóvenes, pero a veces genera fastidio en personas que no pertenecen a la misma generación, entre los que se encuentran padres, abuelos, tíos, etc. Sobre el tema, la psicología explica cuáles son las cinco razones que generan esta situación.

Mientras que las generaciones anteriores se peleaban por utilizar el teléfono en sus hogares para llamar a sus amigos y familiares para ponerse al día, los grupos más jóvenes declinan contestar a números desconocidos y hacer una llamada está en el último lugar de su lista de prioridades. El informe concluyó que un 56% de la generación Z evita este tipo de contactos porque considera que si son inesperadas puede significar “malas noticias”.

Cinco razones por las que los jóvenes no contestan el teléfono

La evolución de la comunicación: para las generaciones mayores, hablar por teléfono era una norma. Los adolescentes de los años 80 y 90 pasaban horas peleando por el uso de la línea telefónica fija, mientras que hoy en día, los jóvenes prefieren enviar mensajes de texto o utilizar aplicaciones de mensajería instantánea. Esta transición no es solo una cuestión de preferencia, sino también de comodidad y eficiencia.

La psicología detrás del rechazo: la doctora Elena Touroni, psicóloga consultora, explica que los jóvenes no han desarrollado el hábito de hablar por teléfono, lo que les hace sentir incómodos cuando su móvil suena. Este cambio en la norma social puede provocar ansiedad y temor a lo desconocido. Además, la falta de tono y contexto en las llamadas telefónicas puede llevar a malentendidos, algo que los mensajes de texto, con su capacidad para ser revisados y editados, pueden evitar.

El impacto de la tecnología: la tecnología ha jugado un papel crucial en este cambio. Desde la llegada de los teléfonos móviles, la comunicación ha pasado de ser una actividad auditiva a una visual. Los mensajes de texto, los correos electrónicos y las redes sociales permiten a los usuarios comunicarse de manera asincrónica, es decir, sin la necesidad de responder de inmediato. Esto da a los jóvenes el control sobre cuándo y cómo responder, reduciendo la presión de las interacciones en tiempo real.

Preferencias de comunicación: la encuesta de Uswitch también reveló que cerca del 7% de los jóvenes entre 18 y 35 años prefiere los servicios de mensajería de texto por encima de las llamadas telefónicas. Esta preferencia se debe en parte a la capacidad de multitarea que ofrecen los mensajes de texto. Los jóvenes pueden responder a su propio ritmo, mientras realizan otras actividades, algo que no es posible con una llamada telefónica.

El papel de las redes sociales: las redes sociales han redefinido la forma en que nos comunicamos. Plataformas como Instagram, Snapchat y WhatsApp permiten a los usuarios compartir momentos de su vida a través de fotos, videos y mensajes de texto. Esta forma de comunicación visual y escrita ha desplazado a las llamadas telefónicas, que ahora se reservan para situaciones de emergencia o conversaciones importantes.