Con una campaña arrolladora y números que reflejan su dominio absoluto en la categoría, San Martín aseguró su boleto a la final de la Primera Nacional. El primer gran objetivo del año está cumplido, y la alegría se respira en cada rincón de Bolívar y Pellegrini.
No obstante, mientras los hinchas celebran en los pasillos de La Ciudadela ya se vislumbra el próximo desafío: no perder el foco en los tres partidos que quedan y evitar que la relajación ponga en riesgo el ritmo y la intensidad que le permitió obtener la clasificación anticipada.
“Fue un lindo momento en el vestuario, pero a partir de mañana tenemos que pensar en los partidos que nos quedan y en esa final”, dijo Diego Flores, en diálogo con LG Play luego de arribar al complejo “Natalio Mirkin” desde Paraná. “Tenemos que disfrutar de la rutina. Del mate, del gimnasio y del entrenamiento. Generar un buen ambiente. Todo sigue igual, pero vamos a tener más tiempo para analizar los rivales de la otra zona. Vamos a ascender y el equipo lo va a demostrar el 2 de noviembre”, agregó el entrenador, que no dejó ningún tipo de dudas respecto a una posible relajación de sus dirigidos.
Las tres fechas que quedan (Racing -C-, Alvarado y Güemes) serán claves para medir la concentración y el esfuerzo del plantel, un mérito que les permitirá no sólo cerrar una campaña arrasadora de principio a fin (está a tres puntos de igualar la marca de Belgrano en 2022), sino también llegar con ritmo y confianza al tan ansiado duelo decisivo contra el mejor equipo de la zona B.
“No nos vamos a relajar, haremos lo mismo que hicimos durante todo el año. Nos quedan tres partidos y vamos a tratar de ganarlos. No sabemos si Diego hará cambios, pero al que le toque jugar lo hará al 100%”, había declarado Matías Ignacio García en la zona de vestuarios del “Bartolomé Grella”, coincidiendo con la postura de su DT.
En las últimas ocasiones, San Martín siempre alcanzó sus objetivos en los momentos culminantes de cada torneo. Ahora, con el lapso de tiempo que tendrá hasta la final, se le presenta una oportunidad única: realizar una especie de “mini pretemporada” mientras espera al finalista de la otra zona.
El equipo deberá hacerlo sin perder de vista los tres partidos que quedan en los que la concentración será clave. ¿Cómo podría lograr esta meta?
“Para evitar caer en la zona de confort, cuando se lidera en la cima, es clave mantener el hambre y la pasión. El líder debe conservar esa chispa y la adrenalina, incluso en tiempos de éxito en donde la tendencia natural es relajarse. Muchas veces la crisis es lo que genera adrenalina, pero cuando las cosas van bien, esa energía tiende a disminuir. Es vital que el líder reconozca esta tendencia y se ‘resetee’ mentalmente. Si vivió momentos de holgura y cayó, es esencial que aprenda de esas experiencias para no repetir errores”, explicó el coaching deportivo y especialista en liderazgo Carlos Sosa.
“En cuanto a los jugadores es fundamental que mantengan su ambición y revisen continuamente sus objetivos individuales, alineándose con el objetivo colectivo. Aunque el equipo haya alcanzado metas importantes, siempre existen áreas de mejora. El líder debe fomentar una cultura de mejora constante, preguntándose ‘¿qué podemos seguir mejorando?’. Esa actitud es crucial tanto en los referentes del plantel como en el cuerpo técnico. El núcleo de confianza dentro del equipo y los jugadores que dominan el vestuario y gestionan las relaciones tienen un gran impacto en el resto del grupo. Mantener viva esta dinámica es esencial. Si no se revisa y analiza lo que se hizo bien para alcanzar el éxito, el equipo caerá en la zona de confort y el cerebro tiende a relajarse con facilidad”, añadió Sosa.
No obstante, esto por el momento no sucede. En el plantel todos se muestran enfocados y hasta realizan acciones que les brindan seguridad antes de cada partido. “La canción con la que llegamos a la cancha, tanto de local como de visitante, es ‘Seguir en carrera’ de la ‘Mona’ Jiménez. Hay una unión muy linda en el grupo y está bueno que eso pase”, explicó Lucas Diarte.
Quien también mencionó otras claves para mantener el nivel en los tres duelos que faltan fue el coach Ignacio Bossi. “Los jugadores siempre viven entre la tensión y la relajación y en este caso la clasificación anticipada puede generar una tendencia natural hacia la relajación. San Martín tiene tres partidos por delante y el cuerpo técnico puede utilizarlos para ajustar detalles o, más allá de eso, para prepararse para jugar una final. Sin embargo, todavía falta conocer al rival lo que complica la planificación completa”, aseguró Bossi. “Según la teoría de la Gestalt, en el “ciclo de la experiencia” el cuerpo pasa por fases de actividad y de reposo; y en este caso, tras asegurar la clasificación, el equipo tiende naturalmente hacia el descanso. La clave estará en conversar con los jugadores sobre qué tipo de relajación es adecuada, dónde deben escuchar a su cuerpo, y cómo el cuerpo técnico diseñará una estrategia para los partidos restantes”, agregó.
En resumen, San Martín podrá mantener el nivel en las próximas tres fechas y llegar de la mejor manera a la final si cumple con estas premisas. Debe seguir compitiendo con la misma entrega, y debe realizar una preparación psicológica para aprovechar este tiempo y afianzar el sistema de juego. También deberá cuidarse de la presión externa y apostar a una rotación inteligente del plantel.
Justo ese aspecto fue el que Flores mencionó en más de una ocasión. “Vamos a ver que es lo más conveniente. Si hay un jugador que necesita descansar porque hay una carga psicológica que pesa, lo vamos a tener en cuenta”, advirtió.
San Martín descansa después de obtener la clasificación, pero puertas adentro ya planifican todo para poder ponerle el broche de oro a una campaña que hasta aquí es espectacular.