El desafío de Franco Colapinto en el GP de México: un circuito ligado a la tragedia

El autódromo Hermanos Rodríguez, donde el argentino correrá el Gran Premio de México, tiene dificultades agregadas por el contexto.

El desafío de Franco Colapinto en el GP de México: un circuito ligado a la tragedia
Hace 3 Hs

Cada carrera que dispute hasta fin de año será un desafío diferente para Franco Colapinto. El argentino atraviesa su quinto fin de semana de competencia como piloto de Fórmula 1 y, hasta ahora, ha logrado destacarse en prácticamente todos los circuitos donde ha corrido. En México, las particularidades de la pista y del entorno prometen añadir una dificultad adicional.

En su debut en Italia, el piloto nacido en Pilar debió superar los nervios típicos de su primera carrera. Largó en el puesto 18 y, con una gran actuación, finalizó en la posición 12. En Bakú, un complicado circuito callejero, sumó sus primeros puntos al terminar 8°. En Singapur, en su primera carrera nocturna y bajo altísimas temperaturas, terminó 11°, quedando muy cerca de los puntos. Finalmente, en Austin, el fin de semana pasado, volvió a puntuar tras finalizar 10°, luego de escalar cinco posiciones desde su lugar de partida y de gestionar los neumáticos con gran habilidad.

Actualmente, la actividad de Colapinto se trasladó a la Ciudad de México, donde se desarollarán hoy las dos primeras sesiones de prácticas libres. El Autódromo Hermanos Rodríguez, sede del evento, presenta además sus propias particularidades y dificultades adicionales.

La principal de ellas es la geografía. La pista, y todo el predio, están a 2,285 metros sobre el nivel del mar, lo que lo convierte en el circuito de mayor altitud de toda la Fórmula 1; el segundo es el de Interlagos, con solo 760 metros. Aunque esta altitud no representa una restricción tan importante para el funcionamiento de los vehículos como en décadas pasadas, sí influirá en el rendimiento de los autos y, claro, también afectará a los pilotos.

Al haber menos aire, el motor de los autos necesitará realizar un esfuerzo mayor que el habitual para mantener un flujo adecuado, lo que generará un desgaste adicional. Según los cálculos de Williams, la reducción de aire en el circuito mexicano es del 25%.

Esto también obligará a los pilotos a realizar un esfuerzo físico extra y enfrentarse a un desgaste significativo. Además, la capacidad de enfriamiento será menor, lo que afectará a los frenos y a la carga aerodinámica, que también se reducirá. Las gomas, por su parte, no estarán exentas de problemas: sufrirán mayor desgaste y se sobrecalentarán con más facilidad.

Tragedia y remodelación del circuito en el que correrá Franco Colapinto

Afortunadamente para los pilotos, el circuito, pese a todas sus exigencias, tiene una dificultad menos desde hace 30 años. Y es que una de sus curvas, conocida como la “curva peraltada”, que tenía 15° de inclinación, generó terror durante décadas. De hecho, allí se mató, en 1992, Ricardo Rodríguez, el menor de los hermanos en honor a quienes lleva su nombre el circuito. Tras ese accidente, la inclinación bajó a 9°, pero siguió siendo peligrosa, y la sufrió hasta el mismísimo Ayrton Senna. “Correr en México es verdaderamente peligroso. ¡Esta pista es un infierno! No es normal volver a esta pista año tras año sin realizar un mínimo de trabajo”, había sostenido el brasileño en 1992, cuando tuvo su segundo accidente en este circuito.

Justamente, tras ese año, México salió del calendario, para recién volver en 2015, con un rediseño del circuito realizado por el alemán Hermann Tilke, adaptado a las nuevas medidas de seguridad de la categoría. Y aunque tiene un trazado bastante más seguro que en las décadas previas, el Gran Premio de México igualmente se erige como un desafío complicado; uno más de los que tendrá que afrontar Colapinto durante esta temporada, donde intentará demostrar, como lo viene haciendo, que pertenece a la Fórmula 1, y que merece un asiento para la temporada 2025.

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