"Es una experiencia, por momentos, difícil, porque nos encontramos en lugares que no conocemos y solos. Pero a su vez, es una aventura linda y de crecimiento". En el emocionante camino del fútbol, hay historias que trascienden el juego y tocan el corazón. Aymara Ferreyra Buyatti, pareja de Darío Sand, revela cómo acompaña al capitán y arquero de San Martín de Tucumán ante cada desafío que se presenta en su carrera.
La distancia y la incertidumbre son aspectos que siempre aparecen en la vida de un futbolista y tanto Buyatti como sus hijos, no estuvieron exentos. “Es complicado, especialmente a medida que van creciendo los hijos y forman amistades más profundas. Pero comprenden que somos un equipo y que es fundamental apoyar a su papá en su carrera", dijo Buyatti resaltando la fortaleza familiar.
San Martín vive un gran presente futbolístico que podría tener su premio en el “Gigante de Arroyito”. Por eso, Buyatti explica que la ansiedad y las expectativas de cara al partido contra Aldosivi se sienten intensamente.
"Vivimos con un poco de nerviosismo, pero también con muchas ganas de alcanzar ese sueño que todos anhelamos. Mi mayor deseo es verlo triunfar, porque su camino no fue fácil. Hemos atravesado momentos difíciles, y él se merece ganar esta final", aseguró “Ayma”, con confianza plena para el duelo contra el “Tiburón”.
Con grandes expectativas por lo que sucederá en Rosario, Buyatti también recuerda los partidos desde la tribuna en La Ciudadela.
"Se vive un poco de todo: nervios, alegría por lo que se logró hasta ahora y una ansiedad palpable por lo que viene. La pasión de los hinchas de San Martín es contagiosa; obliga a cantar y alentar sin parar", dijo Aymara, reflejando el fervor que siente por el “Santo” y por la labor de Darío.
En casa del arquero correntino, el ambiente es de expectativa, aunque intentan mantener la calma. "Tratamos de no convertir la final en el único tema de conversación, aunque es inevitable que salga. Nos sentimos como todos los demás, esperando lo mejor y confiando en que se logre el triunfo", concluyó Buyatti, con la esperanza brillando en sus ojos.