La ansiedad de debutar en escena a los 72 años

“Pa’ que nadie te lo cuente” tiene a Flori Splinder en el elenco del grupo Tole Tole. Una obra musical con tangos sobre la compañía y la resiliencia.

EL ELENCO. “Pa’ que nadie te lo cuente” se estrenará esta noche a las 20 en el teatro municipal Rosita Ávila. EL ELENCO. “Pa’ que nadie te lo cuente” se estrenará esta noche a las 20 en el teatro municipal Rosita Ávila.

Flori Splinder se sacará el gusto, por fin, para demostrar que nunca es tarde. A los 72 años, sentirá esta noche el hormigueo en el cuerpo de debutar en el escenario, cuando sea parte del elenco de adultos de Yerba Buena del taller Tole Tole Teatro Musical.

“Pa’ que nadie te lo cuente” es el estreno que se verá desde las 20 en el teatro municipal Rosita Ávila (Las Piedras 1.550). Se lo anuncia como “una explosión de música, humor y tango cuando ¡el boliche más querido del barrio se transforma en un escenario de intensas emociones!”.

“El arte no tiene edad. Subirme hoy a un escenario es un gran desafío de lograr superar mi timidez que aunque no parezca mi problema era hablar en público. No lo hice antes porque desconocía que había teatro para adultos mayores y es una frustración que deseo desafiar”, le dice a LA GACETA.

La novel actriz reconoce que aún hay mandatos sociales que se deben superar: “son los de la niñez, cuando me decían ‘sos chiquita’, ‘vos no podes’, ‘cállese que es tema de mayores’ o el no escucharte porque lo mío no era importante, pero en Tole Tole encontré un lugar superador en todo sentido con el afecto, la comprensión, la tolerancia y el amor que nos brindan los profesores, que hacen que todos nos sintamos felices y liberados por  cada hora trabajada en ese refugio”.

Si bien el elenco es de mayores, en sí mismo es intergenaracional con personas de distintas edades. “Con los compañeros  me siento una más, y además estar con ellos rejuvenezco. Esta noche espero, por sobre todo, lograr superar mis temores y que nos vaya bien a todos. Si logro poder saltear esta dificultad, seré la mujer más feliz del mundo”, confiesa.

La propuesta escénica tiene dramaturgia y dirección de Viky Ibáñez y Sebastián Menin, con dirección coreográfica de Micaela Lobo. Junto a Splinder actúan Carolina Armesto, Patricia Colosi, Sergio Mejail, Silvia Andia, Susana Danolich, Fátima Pepe, Selma Pepe, Gaby Astigueta , Silvia Aid, Fredy García, Francisco Pereyra, Olga Assad y José Luis Basso.

“Esta obra narra cómo, frente a la adversidad, los lazos entre vecinos se fortalecen, encontrando redención y nuevos comienzos. Entre intrigas, amores inesperados y secretos que llevan años guardados, nuestros personajes te llevarán por un viaje único lleno de sorpresas y transformaciones.  Un espectáculo imperdible para quienes aman el tango pensado para dejar al público de pie, bailando y riendo”, anticipa Ibañez.

La directora señala que “el sentido de esta producción es la celebración de la comunidad y la resiliencia a través del humor y la música”. “Hay situaciones extremas que pueden unir a las personas, revelando la importancia de los lazos afectivos en tiempos difíciles. Cada personaje representa un aspecto de la vida cotidiana, con sus secretos y anhelos, lo que permite a todos verse reflejado en sus historias. Al final, buscamos no solo entretener, sino también inspirar a la audiencia a encontrar su propio sentido de redención y renovación, dejando el teatro con una sensación de esperanza y alegría”, agrega.

La obra se engarza en la línea del teatro  vocacional, como muestra de cierre de una etapa. “Tener un elenco amateur de adultos de distintas edades enriquece la obra de múltiples maneras. La diversidad de experiencias y perspectivas aporta una profundidad única a los personajes y sus interacciones. Los actores pueden aportar vivencias reales que enriquecen la autenticidad de sus interpretaciones, lo que permite explorar temas universales desde diferentes ángulos. Además, esta variedad genera un ambiente colaborativo donde cada uno puede aprender y crecer juntos, favoreciendo la creatividad colectiva. Las dinámicas intergeneracionales fomentan la innovación y la resolución de problemas, ya que cada actor puede ofrecer enfoques desde su punto de vista”, remarca.

En un año particularmente complejo, se plantea una salida en común, “lo que permite consolidar los lazos entre todos y crear un sentido de pertenencia social; esta obra explora la unión encima y abajo del escenario, porque los momentos informales fortalecen la conexión entre los actores, lo que se traduce en una mejor química en función. Se puede fomentar un ambiente de confianza y creatividad, esencial para el desarrollo artístico y esperamos que sea compartido por la platea con disfrute”, concluye.

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