Un veterano de guerra será internado en el Obarrio tras efectuar disparos contra su esposa

La mujer no resultó herida. El hombre presentaría un diagnóstico de esquizofrenia, por lo que deberá ser examinado por una junta médica.

HOSPITAL OBARRIO. Un veterano de guerra será internado tras efectuar disparos contra su esposa. HOSPITAL OBARRIO. Un veterano de guerra será internado tras efectuar disparos contra su esposa.

El ex combatiente de Malvinas que disparó a su esposa tras una pelea, permanecerá internado en el hospital Obarrio para que una junta médica pueda estabilizarlo y examinarlo. Con ese trabajo, solicitado por la defensa, se determinará si presenta un riesgo para sí o para terceros y si está en condiciones de afrontar un proceso penal.

J.R.A. es un ex combatiente de Malvinas de 61 años. El pasado lunes fue aprehendido en su domicilio, ubicado en Ecuador al 400, luego de que sus hijos llamaran al 911 para alertar que había efectuado dos disparos con armas de fuego que tenía en su poder, pero que no había herido a nadie. Una vez que el personal de la comisaría 5° llegó al lugar, la esposa los puso al tanto de la situación.

En su relató, la mujer contó que intentó pasar a la habitación matrimonial para buscar unos medicamentos. Al tocar la puerta, el hombre, que estaba acompañado por su hijo de 22 años, le habría dicho a su esposa que no pasara, pero ella ingresó igual. Fue allí que el hombre se enojó, agarró una escopeta y le habría apuntado a la cabeza efectuando dos disparos, que finalmente no impactaron contra ella porque pudo evadir los proyectiles. La mujer pudo escapar, pero el hombre se quedó en la habitación hasta que llegó el personal policial e intentó calmarlo.

Al no tener una respuesta favorable solicitaron la colaboración del Grupo C.E.R.O. Según informaron los efectivos, una vez que el equipo especializado arribó al inmueble, el negociador intentó hacerlo desistir de su accionar pero el hombre se encontraba errático y nervioso, con el arma de fuego en su mano, y no obedecía las órdenes dadas por los policías.

Después de dos horas de negociaciones fallidas, el oficial a cargo se acercó a J.R.A para intentar reducirlo. Cuando tomó la mano con la que sostenía el arma de fuego, el hombre efectuó un disparo que impactó en un colchón de la habitación. Acto seguido fue aprehendido y puesto a disposición del Ministerio Público Fiscal.

En una audiencia realizada ayer, la Fiscalía de Delitos Contra la Integridad Sexual y Género II, al mando de Alejandra Navarro, realizó el control de aprehensión y expuso ante la jueza María Soledad Hernández lo sucedido. La auxiliar de fiscal, Julieta Molé, sostuvo que al entrevistar a la esposa y a los hijos del matrimonio, los tres manifestaron que era la primera vez que vivían una situación así.

Uno de sus hijos mencionó que J.R.A no se encontraría bien psicológicamente y contó que el pasado 24 de octubre se arrastró por las calles del vecindario mientras hablaba solo. “Los vecinos llamaron al 911, que llegaron, lo redujeron y llamaron al 107. Fue trasladado al Obarrio, pero les dijeron que no tenían lugar”, citó la representante del MPF.

La auxiliar de fiscal solicitó que J.R.A fuera imputado como presunto autor de los delitos de abuso de arma de fuego agravado por el vínculo, resistencia a la autoridad y tenencia ilegítima de arma de fuego de guerra. Sin embargo, las defensoras del hombre, Florencia Abdala y Valentina Silva Brandan, plantearon que su pupilo no se encontraría bajo las condiciones psíquicas aptas para comprender la formulación de cargos en su contra, por lo que solicitaron la suspensión de la audiencia.

“Él es ex combatiente de Malvinas y fue prisionero de guerra. Nosotras sólo podíamos hablar con él en términos de enemigo, de lo contrario no podíamos entablar diálogo. Tiene anotaciones de fechas en sus muñecas para no olvidarse, hace cuatro días que no come porque considera que su comida está envenenada y tampoco toma sus pastillas por el mismo motivo. Estamos frente a una persona que, a criterio de esta defensa, está atravesando alguna enfermedad mental en curso”, sostuvo Abdala.

La profesional también informó que desde el hospital Obarrio indicaron que J.R.A era un paciente alucinante. Acto seguido leyó el diagnóstico realizado por el subdirector del hospital. “Allí deja constancia de que J.R.A posee un diagnóstico de esquizofrenia indiferenciada, que no estaba cumpliendo con el tratamiento adecuado, que ingresó en dos oportunidades al Obarrio y que necesita que sea trasladado para poder evaluarlo y confirmar si el paciente se encuentra estable o no para poder comprender el acto procesal”, planteó y solicitó que se disponga la internación de su pupilo en el hospital Obarrio para ser estabilizado y examinado.

La representante del MPF al tomar conocimiento del estado de salud del aprehendido, no se opuso a la suspensión de formulación de cargos en contra de J.R.A y acompañó el pedido de las defensoras de que el hombre fuera ingresado al hospital psiquiátrico para recibir la atención correspondiente. Finalmente la magistrada Hernández resolvió hacer lugar a las partes y disponer la internación J.R.A para que una junta médica pueda evaluarlo.

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