Considerada una de las enfermedades más desconcertantes, el Alzheimer no sólo afecta a quien la padece, sino también a toda la familia. En la mayoría de los casos, según explican los profesionales de la salud, los pacientes suelen olvidar primero una situación puntual y esto puede ser atestiguado por sus propios seres queridos.
Una vez detectado el Alzheimer, el equipo médico podrá asesorar a la familia respecto de las expectativas frente a la enfermedad, pero también sobre cuestiones cotidianas como estrategias de seguridad en el hogar, la necesidad de establecer rutinas y el control de los cambios que se manifiestan en las habilidades sociales.
Esta enfermedad progresiva y degenerativa de los nervios centrales, que destruye lentamente el pensamiento y la memoria, es la forma más común de demencia. Su diagnóstico temprano es muy importante, como indica en su sitio la prestigiosa Clínica Mayo.
Alzheimer: qué es lo primero que olvida una persona con la enfermedad
Según la Fundación del Cerebro -organización española sin fines de lucro- y otros organismos, se cree que para el 2050 habrá más de 150 millones de personas con Alzheimer en todo el mundo.
En cuanto a las señales más comunes en la etapa temprana del Alzheimer, la organización asegura que los primeros signos ocurren lentamente y son casi imperceptibles, por lo que es difícil identificar su comienzo preciso. Sin embargo, el trastorno de la memoria es un síntoma al que se le debe prestar mucha atención y suele estar asociado con eventos que tuvieron lugar recientemente. Es decir, el olvido de información recién aprendida.
Puede ocurrir, por ejemplo, que la persona no recuerde qué comió unas horas antes u olvide detalles de una conversación que mantuvieron ese mismo día o muestren confusión frecuente con el día de la semana, el mes o el año.
Alzheimer: otras señales a las que debemos prestar atención
La Alzheimer´s Association creó un listado de señales que pueden experimentarse (una o más), y que requieren consultar a un médico. Estas son algunas de ellas:
- Planificar o resolver problemas: se pueden experimentar cambios en la habilidad de trabajar con números. Por ejemplo, dificultad para manejar cuentas mensuales o problemas de concentración.
- Desempeñar tareas habituales: en el hogar, el trabajo o en el tiempo de ocio. Puede ser la dificultad para llegar a un lugar conocido, controlar un presupuesto en la oficina o recordar las instrucciones de un juego habitual.
- Desorientación de tiempo y lugar: olvido de fechas, estaciones del año. Dificultad para percibir el paso del tiempo. También, no recordar dónde se encuentra o cómo llegó hasta ese lugar.
- Dificultad con imágenes visuales o relación entre un objeto y otro en el ambiente: problemas en la vista que dificultan percibir distancias y determinar colores o contrastes que pueden afectar las habilidades para conducir un vehículo.
- El uso de palabras al hablar o escribir: quienes padecen Alzheimer pueden tener dificultad para seguir o participar de una conversación. O repetir mucho lo que dicen, perder el hilo o llamar de manera incorrecta un objeto, por ejemplo, “palito para escribir” en lugar de “lápiz”.