En una foto tomada desde la Estación Espacial Internacional se logró distinguir una única construcción humana, y no se trata de ningún imponente monumento, como la Muralla China o las pirámides egipcias. Lo que se ve en la llamativa imagen son los invernaderos de El Ejido, también conocidos como el “mar de plástico” de Almería.
La curiosa fotografía que muestra cómo se ve el “mar de plástico” desde el espacio fue tomada el 24 de mayo de 2022 por el satélite Landsat 9, a través de su Generador Operacional de Imágenes de Tierra 2 (OLI-2, por sus siglas en inglés). El aparato fue el que logró captar en detalle imágenes a color del mar de invernaderos de plástico que rodea el pueblo de El Ejido.
Esta construcción española, que se destaca especialmente en la imagen como un enorme parche blanco en la costa mediterránea, cuenta con una enorme extensión de estructuras agrícolas que cubren gran parte de la región.
Cómo es el “mar de plástico” de Almería
El famoso lugar se encuentra en una pequeña llanura costera conocida como Campo de Dalías, una región conocida internacionalmente por tener una de las mayores concentraciones de invernaderos en todo el mundo. La construcción del “mar de plástico” fue especialmente diseñada para ofrecer un clima ideal para el cultivo. De esta manera, los productores pueden cosechar frutas y verduras todo el año.
Los invernaderos representan la mayor concentración de cultivos bajo plástico del país europeo y ocupan varias hectáreas, por lo que su fachada es fácilmente reconocible, incluso desde el espacio. El techo de poliestireno blanco que cubre los cultivos refleja la luz solar, lo que hace que sean claramente visibles.
De acuerdo con las estimaciones de los expertos, los invernaderos de El Ejido producen entre 2,5 y 3,5 millones de toneladas de frutas y verduras al año. Desde la existencia de los invernaderos, en Almería se producen un sinfín de alimentos frescos como tomates, pimientos, pepinos y melones.
A pesar del éxito económico que tiene gracias a sus altos índices de producción, esta construcción acarrea grandes consecuencias ambientales para la zona, y es una tarea pendiente para los españoles mejorar la gestión de residuos en el lugar. Cada año, esta región de invernaderos genera alrededor de 33.500 toneladas de residuos plásticos.