Por lo general sabemos que los alimentos frescos son más saludables que aquellas versiones que vienen envasadas o congeladas. Sin embargo, no en todos los casos esta particularidad se cumple. Existen comidas que en su versión helada pueden ver potenciados sus beneficios, conservando aún más su calidad nutricional.
No siempre las comidas frescas son la opción más conveniente. En parte esto se debe a que pueden resultar más caros en el supermercado que sus homólogos congelados. Estos últimos son una forma asequible y económica de incorporar alimentos saludables, a la misma vez que pueden ser igual de nutritivos que un alimento que no ha sido sometido a la baja temperatura. Inclusive, existen comidas que son preferibles en su versión congelada, según la nutricionista británica Rhiannon Lambert.
Los alimentos que son mejores frescos que congelados, según una nutricionista
“Hay una enorme brecha entre las percepciones de los consumidores y la realidad de la calidad de los alimentos congelados”, advierte la especialista, destacando los prejuicios que muchas veces se imprimen sobre los productos congelados. Congelar alimentos ayuda a preservar por más tiempo su calidad nutricional, textura y estructura, permitiendo consumirlos en otro momento.
Existe una lista de alimentos que en su versión helada resultan más beneficiosos y saludables que consumidos frescos. Estos son:
Brócoli: en términos de nutrientes, el brócoli puede retener las vitaminas y los antioxidantes esenciales, preservándolos durante más tiempo cuando se congelan. En comparación con el brócoli fresco, el congelado suele contener más riboflavina (vitamina B2), que es crucial para la salud digestiva y la función cerebral, reseña.
Espinaca: esta verdura congelada “mantiene la vitamina C y el folato intactos durante más tiempo, conservando su valor nutricional durante meses”. Además, es rica en vitaminas K, C, calcio y ácido fólico, este último favorece la división celular y ayuda a prevenir defectos de nacimiento durante el embarazo. A diferencia de las espinacas congeladas, las frescas tienen una vida útil notoriamente corta, ya que se marchitan y pierden nutrientes.
Maíz tierno: el maíz congelado contiene más vitamina C que el maíz fresco. “El maíz dulce fresco también pierde hasta el 50% de su contenido de azúcar dentro de las 12 horas siguientes a su recolección, lo que hace que el congelado sea una opción mucho más sabrosa”, explica Lambert al Daily Mail.