Tres alimentos que tienen mala reputación y en realidad son muy saludables

Los distintos alimentos cuentan a la vez con sus propias reputaciones. Hay comidas que son consideradas por un inmenso número de comensales como saludables, mientras que otras son indudablemente poco recomendables para la salud, como las golosinas y postres. Pero existen algunos alimentos que no merecen la mala fama atribuida.

De acuerdo con una encuesta elaborada por el sitio Food Insight dedicado a la nutrición y seguridad alimentaria, el 80% de los participantes afirma haberse encontrado con información contradictoria sobre los alimentos que deben comer y los que deben evitar. Así también destacaron que depositan su confianza en fuentes cercanas como amigos y familiares y no en testimonios científicos o pruebas oficiales.

Los alimentos que erróneamente son considerados malos para la salud

De esta manera existen muchas concepciones erróneas sobre los distintos alimentos. Pero no siempre las consideraciones extendidas, que muchas veces son opiniones interpretadas como información verídica, se basan en comprobaciones científicas. Un artículo del medio NBC destaca cuáles son esos alimentos que han adquirido una mala reputación y sin embargo son igual de saludables que los conocidos tomates o la manzana.

1. Papas

Aunque ha sido objeto de un intenso debate a lo largo de los años, dejando de lado las papas fritas, la verdura rica en almidón favorita de todo el mundo es en realidad saludable. Los carbohidratos siguen siendo malinterpretados porque la gente suele asociarlos al grupo de los refinados, como los bagels, el pan blanco y los postres y no tanto a un conjunto más saludable como el de los integrales. Pero estos tipos de alimentos pertenecen a categorías totalmente diferentes y el cuerpo responde de manera distinta a los alimentos integrales que a los altamente procesados.

Si bien es cierto que las papas contienen carbohidratos, también presentan una variedad de nutrientes saludables. Una papa pequeña al horno aporta 3 gramos de fibra y el 8 por ciento del hierro, el 10 por ciento del magnesio, el 12 por ciento de la vitamina C y el 17 por ciento del potasio que necesitas al día. Estos son solo algunos de los aspectos más destacados, pero estas verduras también aportan una gran cantidad de vitaminas y minerales adicionales.

Las papas también contienen almidón resistente , un tipo de fibra prebiótica que favorece un entorno intestinal saludable al proporcionar el combustible para las bacterias intestinales beneficiosas. Cocinar y luego enfriar las papas (como en la ensalada de papas) mejora el almidón resistente, pero sigue estando presente en las papas al horno. Las papas vienen en una variedad de formas, tamaños y colores, y si bien cada variedad es indudablemente saludable, sus ventajas también dependen de la forma en que se cocinen y se sirvan. Para ayudar a que las porciones se ajusten a las necesidades, debemos equilibrar el plato con otros alimentos: una ración abundante de verduras sin almidón y suficiente proteína para saciar el apetito.

2. Cereales para el desayuno

Los cereales para el desayuno suelen encontrarse en el punto de mira entre el azúcar añadido y los cereales refinados, pero merecen otra reputación. Es cierto este menú puede ser una o ambas cosas, pero es fácil encontrar variedades elaboradas con poco o ningún azúcar añadido y que aportan cereales integrales. Además de ser una opción cómoda (una consideración clave para la mayoría de las mañanas de los días laborables), los cereales suelen estar fortificados con nutrientes, como el hierro y las vitaminas B, de los que normalmente carecen nuestras dietas. Eso significa que elegir cereales para el desayuno puede ayudarnos a alcanzar los objetivos diarios de nutrientes. Si añadimos cereales a la leche o al yogur, el contenido de nutrientes aumenta considerablemente.

Un cereal ideal para el desayuno es 100 por ciento integral y aporta al menos 3 gramos de fibra (cuanto más, mejor) con menos de 6 gramos de azúcar añadido (menos que eso o nada de azúcar añadido es lo mejor). Para ser compradores de cereales más inteligentes, debemos leer el tamaño de la porción junto con la lista de ingredientes y estos atributos.

Podemos aumentar el contenido de proteínas de los cereales sirviéndolos sobre yogur griego en lugar de leche, o tomar un poco de yogur griego como acompañamiento. Agregar alguna fruta rica en fibra, como bayas, manzana o pera picadas o algunas semillas de granada jugosas, y no olvidar agregar algo de grasa saludable, como maní picado, nueces pecanas, almendras, o semillas de calabaza, chía o lino molidas.

3. Bananas

Las bananas tienen más azúcar que, por ejemplo, las bayas, pero eso no los convierte en una opción poco saludable. El cuerpo procesa el azúcar natural de esta fruta y de cualquier otra (incluidas las frutas tropicales, como el mango y la sandía) de manera diferente a como procesa el azúcar que ha sido añadido por un fabricante, por lo que este tipo no genera las mismas señales de alerta.

Las bananas naturalmente dulces son una buena fuente de potasio, fibra y vitamina C, y también aportan otros nutrientes, como ciertas vitaminas B. Las bananas también tienen otras ventajas: se pueden comer con una mano, por lo que son ideales para ocasiones en las que se está de viaje , y se pueden encontrar en casi todos los supermercados y verdulerías.

La fibra de las bananas las hace saciantes y el azúcar natural de las mismas les permite cumplir una doble función en las recetas. Esta fruta se puede usar para endulzar y humedecer productos horneados de una manera más saludable, puede reemplazar productos cremosos, como helados y se pueden batir con huevos para crear una pila de panqueques. El hecho de que los plátanos cumplan con los requisitos de saludables y deliciosos los convierte en una opción ideal