Un festejo distinto: cómo fue recibir el Año Nuevo trabajando en una estación de servicio

Playeros cuentan cómo se vive el festejo de fin de año entre surtidores, con otros trabajadores y los vecinos.

LA PREVIA. Marcelo Medina junto a sus compañeros antes de iniciar la guardia. LA PREVIA. Marcelo Medina junto a sus compañeros antes de iniciar la guardia.

Son las 21 del último día del año y el sol todavía no se esconde en Tucumán. Hace calor, pero también hay mucho viento que amenaza con una tormenta que al final no llegará. Las familias y amigos se reúnen para empezar los festejos, pero otras personas recibirán el 2025 de forma distinta: trabajando. Algunos de ellos son los encargados de las estaciones de servicio, que deben hacer guardias hasta el amanecer. 

¿Cómo reciben el Año Nuevo?

En Belgrano al 4.300 hay una estación de servicio donde sus empleados no dejan de atender clientes que llegan en busca de hielo y aprovechan para cargar nafta o GNC. "Es que a las 22 dejamos de expender combustible al público hasta que termina el turno, a las seis de la mañana. Solo atendemos emergencias como ambulancias y a móviles de la Policía", explica Marcelo Medina (38), que se prepara para relevar a sus compañeros y empezar la noche de guardia.

La espera antes de las 12 es tranquila. "Cada vez que toca guardia en alguna fiesta de fin de año, traemos lo típico para comer, sanguchitos y tarteletas de entrada; después toca el plato principal, que siempre es una carne, y helado para el postre. Muchas veces se acercan los clientes habituales a saludar", cuenta el trabajador.

SIN CLIENTES. Minutos antes de preparar la mesa para cenar. SIN CLIENTES. Minutos antes de preparar la mesa para cenar.

Pasó media hora. Las calles quedaron cada vez más vacías pero el viento no cesó. Hay una larga fila de motos y varios autos en la estación que queda en el primer kilómetro de la ruta 301. "Cuando termina la venta y ya no hay clientes, las actividades que quedan por hacer son el aseo de la estación y el control de tanques. Queda todo listo para el siguiente turno", detalla Nicolás Movane

ÙLTIMOS MINUTOS. Una larga fila de motociclistas esperan para ser atendidos. ÙLTIMOS MINUTOS. Una larga fila de motociclistas esperan para ser atendidos.

Es la segunda vez que le toca hacer guardia y cuenta que, para Navidad, invitó a dos policías que también estaban trabajando, a compartir la comida y el brindis. "Nos acompañamos para no sentirnos solos", dice Movane. 

Van ya dos minutos de las 22 y en Alem e Independencia, la situación es distinta a las otras estaciones. Sebastián Vega de 24, rodea el ingreso a los surtidores con una cinta blanca y roja que indica que el lugar está fuera de servicio. El guardia que lo acompaña, mientras tanto, enciende un pequeño parlante para musicalizar la noche antes de empezar a cenar. "Los jefes nos traen comida pero nosotros también traemos lo nuestro para compartir", comenta el joven con poco más de tres años en el oficio.

FUERA DE SERVICIO. Sebastián termina de colocar la cinta en toda la estación. FUERA DE SERVICIO. Sebastián termina de colocar la cinta en toda la estación.

"Salir al mundo"

Algunos llevan muchos años en este rubro y dicen que aprendieron a valorar la compañía de los seres queridos aún más en estas fechas. "Estaba mi abuelo muy enfermo la primera vez que tuve que hacer guardia un fin de año y me dio nostalgia no estar con los que quiero", recuerda Medina, que empezó a trabajar a los 22 y ya cuenta 16 años de antigüedad.

BRINDIS. Una sidra y asado con ensalada antes de las 00. BRINDIS. Una sidra y asado con ensalada antes de las 00.

Vega, el más joven de los tres, también rememora la primera vez que pasó alejado de sus seres queridos una fiesta: "Extrañé pasar con toda mi familia pero, a la vez, estaba agradecido de tener trabajo. Cuando te toca salir al mundo y trabajar, te das cuenta de que esta fecha es realmente especial", reflexiona.

Movane, tiene 27 años y apenas cinco haciendo este trabajo. “En el 2022, pasé Navidad con mi compañero de seguridad y vino mi padre a estar conmigo. Soy de Villa Carmela, a 10 kilómetros de distancia de aquí y tengo una familia numerosa, solemos juntarnos casi 20 personas. Estar solos es muy distinto a lo que estoy acostumbrado", remarca, 

ENTRE SURTIDORES. Nicolás Movane con sus padres y su compañero de seguridad, recibiendo el Año Nuevo. ENTRE SURTIDORES. Nicolás Movane con sus padres y su compañero de seguridad, recibiendo el Año Nuevo.

En un rato, Osvaldo, su padre, llegará nuevamente con comida para compartir con él y el encargado de seguridad. “Mi papá va a traer costillitas de cerdo con una salsa agridulce y en la estación tenemos listo otro menú: carne al horno, ensaladas y gaseosas”, cuenta el joven mientras se prepara para iniciar su jornada.

Fin de turno: primero la familia

Los tres trabajadores coinciden en una cuestión: Antes de todo, está la familia. Se acaban las horas de trabajo y ninguno prefiere descansar, sino, estar con su gente.

"A las seis de la mañana ya no hay nada para hacer, voy a desayunar con mi familia", dice Nicolás, pero no descarta la posibilidad de hacer un plan distinto con amigos, como ir al dique o al cerro después, si el clima colabora.  

Tomar unos mates en casa es lo que elige hacer Vega a la salida del trabajo. "Después voy a ir con mis amigos y haremos seguramente un brindis de bienvenida al nuevo año, pero antes, la familia".

"Cuando era adolescente lo primero que querìa hacer era ir a bailar después de brindar. Con el tiempo eso cambió, salgo de trabajar y lo que quiero hacer es estar en mi casa. Lo primordial es mi familia", cierra Medina y se va a seguir vendiendo hielo antes de que la fila crezca más, 

Los últimos clientes de la noche en Belgrano al 4.300. Los últimos clientes de la noche en Belgrano al 4.300.
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