En un clima de tensión y manifestaciones que se extendieron por todo el país, este viernes, Nicolás Maduro, aclamado por sus seguidores, asume su tercer mandato como presidente en un acto que fue calificado de ilegítimo por gran parte de la comunidad internacional. En este contexto, Maduro ordenó el cierre de la frontera entre Venezuela y Colombia. La medida fue anunciada por Freddy Bernal, gobernador del fronterizo estado Táchira, quien justificó este cierre bajo la alegación de una supuesta “conspiración internacional”.
“Tenemos la información de una conspiración internacional para perturbar la paz de los venezolanos”, dijo Bernal. Este bloqueo temporal que se mantendrá hasta el próximo lunes 13 de enero afectará gravemente a ganaderos, empresarios y ciudadanos que dependen del paso fronterizo para sus actividades económicas diarias.
Las denuncias de planes para derrocar a Maduro son frecuentes, y Colombia y Estados Unidos normalmente los responsables.
Washington -que niega cualquier complot-ha expresado su reconocimiento a Edmundo González Urrutia, que visitó la Casa Blanca esta semana. El próximo presidente, Donald Trump, se refirió a él como "presidente electo". El acto de juramento está previsto para este mediodía (16H00 GMT) en la sede del Parlamento.
Las instituciones que apoyan su régimen respaldaron la ceremonia, mientras que González Urrutia anunció su intención de regresar al país tras una gira por América, con el propósito de asumir formalmente el liderazgo del Ejecutivo.
El comunicado de Colombia
Ante esta situación el Gobierno colombiano, a través de la Cancillería, se pronunció frente a las denuncias de violaciones sistemáticas de los derechos humanos en Venezuela, especialmente tras el secuestro de la líder opositora María Corina Machado, el jueves 9 de enero.
Por medio de un comunicado oficial, el Gobierno colombiano hizo un llamado al régimen de Maduro para garantizar los derechos fundamentales y el respeto a la oposición política en el país vecino.
“El Gobierno de Colombia expresa su profunda preocupación y rechazo ante el incremento y la gravedad de las denuncias de violaciones a los Derechos Humanos que están teniendo lugar en Venezuela en la antesala al próximo 10 de enero”, detalló la Cancillería, citando recientes informes de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (Cidh) y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, que documentan estos crímenes.
“Las detenciones de Carlos Correa, Enrique Márquez y el acoso sistemático a líderes opositores, incluyendo a María Corina Machado, llevan al Gobierno Colombiano a reiterar el llamado a las autoridades venezolanas a que se respeten integralmente sus derechos”, expresó la Cancillería.
El Gobierno colombiano aseguró que, como miembro del Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, insta a las autoridades venezolanas a brindar garantías civiles y políticas: “(...) para que en todo momento y circunstancia brinden plenas garantías para el ejercicio del derecho a la oposición política y la movilización social, como elementos fundamentales del conjunto de derechos civiles y políticos en cualquier democracia”.
El presidente Petro aseguró que dadas las acciones violentas del régimen venezolano, no asistirá a la investidura presidencial, además aseguró que no se puede hablar de una elección libre, la realizada el pasado mes de julio en Venezuela.-
El cierre de la frontera entre Colombia y Venezuela ocurre en un contexto de persistentes tensiones entre ambos países, caracterizadas por mutuas acusaciones y recientes denuncias sobre actividades delictivas en la zona limítrofe. En palabras de Bernal, se resaltó cómo el estado Táchira ha sido supuestamente “asediado durante años por bandas paramilitares colombianas” y cómo estas amenazas influyen directamente en las decisiones del régimen de Maduro.