Por Jorge Olmos Sgrosso y Federico Diego van Mameren 12 Enero 2025
Recuerdos fotográficos: la plaza de las emociones, según pasan los años
En este espacio, buscamos revivir el pasado por medio de imágenes que se encuentran guardadas en ese tesoro que es el Archivo de LA GACETA. Esperamos que a ustedes, lectores, les haga reencontrarse con el pasado y que puedan retroalimentar con sus propios recuerdos esta nueva sección.
Las plazas tienen vida propia, como tantas cosas inanimadas que nosotros les contagiamos nuestros afectos, nuestras ideas, nuestros pensamientos. Pero las plazas tienen la particularidad que además contienen una carga colectiva. Es de todos. Cualquiera sea la ideología, los padeceres, las broncas o las alegrías deben ser difícil encontrar un ciudadano que no haya asistido a la plaza a gritar. A decir lo que sentía, a protestar, a compartir alguna emoción o simplemente a disfrutar de la pasión deportiva.
También están aquellos que hace muchos años, en el siglo pasado sobre todo se ocupaban consuetudinariamente a “dar la vuelta del perro” que no era otra cosa que caminar alrededor del paseo a la espera de ver -muchas veces simplemente ver- a la persona amada o soñada. Eran paseos con el corazón a “mil pulsaciones” como si el protagonista de la historia hubiera corrido una maratón. Es la misma plaza que ayuda a matar el tiempo con la familia, compartir un mate y en alguna época incluso se escuchaba a los músicos de la provincia dar un concierto.
La plaza Independencia -de ella estamos hablando en este caso- lo sabe todo. Alberga momentos históricos de nuestra vida como provincia, muchos tristes y otros tantos felices. Ella atesora todos los recuerdos incluso aquellos que ya olvidamos o de aquellos protagonistas que ya no están para contarlos. Si las plazas hablaran…
Al momento de elegir la imagen de este “Recuerdo fotográfico” Jorge Olmos Sgrosso tenía cajas y cajas con fotografías de nuestra pPlaza Independencia. Las iba abriendo y se iban desparramando en el mesón del Archivo. Podríamos haber llenado la edición de papel de LA GACETA de varias semanas. Ante la incapacidad de definir de alguna manera cómo hacer la ilustración de hoy, dejamos que sea el azar (o la plaza, quizás) el que decida qué fotos poner. Y, así fue, el lector tiene hoy las que una persona ajena al Archivo y con los ojos cerrados tomó de la mesa de trabajo.
Ya habrá muchas oportunidades para que la plaza siga hablando. En una de las imágenes se ve una manifestación política que llegó hasta la plaza en junio de 1948. En otra una familia dialoga cerca de uno de los bancos en los años 80. La tercera es una foto del lado sur de la plaza tomada en 1914.