
“Es divertido, hago amigos y aprendo fácil”, cuenta Matheo Salmen a LA GACETA, describiendo su experiencia en unas colonias de vacaciones distintas a las que conocemos. Son las colonias tecnológicas, donde jóvenes como él dedican sus tardes a explorar programación, robots y piezas electrónicas en un entorno práctico y colaborativo.
En el verano, donde los padres buscan organizar el tiempo de sus hijos, las colonias tecnológicas se presentan como una opción útil y formativa que combina aprendizaje y entretenimiento.
Santiago Jerez, padre de uno de los alumnos, lo resume así: “Me encanta que descubra nuevos hobbies y pasiones. Es una opción que toma lo mejor de la tecnología sin que estén todo el día frente a una pantalla”.
Nicolás Caro, es director de Ombu Hub, una academia digital que ofrece una colonia tecnológica para estas vacaciones de verano y explica que los chicos tienen la posibilidad de aprender sobre lo que a veces no enseñan en las escuelas: “Nuestro proyecto nació en 2021 como una escuela de robótica, programación, impresión 3D, inteligencia artificial y videojuegos, así los chicos aprenden electrónica y aplican conceptos prácticos en estos procesos”, indicó en diálogo con LA GACETA.
Los chicos con lo aprendido han logrado proyectos como brazos robóticos impresos en 3D, anteojos inteligentes para personas no videntes y videojuegos creados desde cero.

“La metodología de enseñanza que aplicamos se basa en 0 Los chicos no lo ven como algo tedioso, y sin darse cuenta, aprenden programación, diseño 3D y otras áreas. También tenemos un curso de “pequeños youtubers”, donde los chicos crean guiones y editan videos”, explicó Caro durante la entrevista.
Estas actividades no solo buscan desarrollar habilidades técnicas, sino también competencias transversales como el trabajo en equipo, el pensamiento crítico y el liderazgo. Además, se integran conceptos de inglés, matemáticas y física, aplicados de forma práctica.
Walter Esteban Juarez Rivas, Ceo y Co-fundador de RollingCode School, otra academia especializada en la provincia, explicó a LA GACETA cómo surgió la idea de ofrecer esta propuesta: “ Hace 6 años que estamos en Tucumán enseñando a chicos mayores de 16 años y debido a la insistencia de sus padres decidimos lanzar esta colonia de dos meses para niños a partir de los 8 años, donde pueden aprender lógica, programación, trabajo en equipo y robótica”, detalló.
Juarez Rivas comentó que las prácticas comienzan con la introducción a la lógica y el pensamiento computacional: “Los chicos resuelven desafíos sencillos para descomponer problemas y encontrar soluciones estructuradas. Luego avanzan a la programación práctica, utilizando herramientas visuales para crear circuitos virtuales que después transferirán a robots reales”.

El CEO agregó que las actividades se basan en un enfoque práctico y de experimentación: “Los chicos trabajan en desafíos concretos, como diseñar un circuito o programar un robot, y tienen la oportunidad de probar, equivocarse y volver a intentar. Las actividades están adaptadas al ritmo de cada chico para asegurar avances efectivos, sin importar su experiencia previa”.
¿Por qué elegirlas?
David Valdez, padre de uno de los participantes de RollingCode Kids, explica por qué eligió esta opción:
“En lugar de las típicas colonias de verano, elegimos esta alternativa porque es importante educar a los niños en tecnología, ya que son la nueva generación y necesitan estar preparados”, expresó. Según el papá “el desarrollo de la lógica y el trabajo en equipo son las habilidades más importantes que veo que desarrollan los chicos. Estas capacidades son clave para su desarrollo personal y les abrirán puertas en su futuro académico y profesional”.
David está convencido de que esta tendencia va en aumento. “Esto tiene que seguir adelante. Cada vez son más las familias que me consultan sobre la experiencia y buscan opciones que van más allá del entretenimiento”.
Por su parte, Santiago Jerez es padre de Felipe, alumno de Ombu Hub, y comparte una experiencia similar a la de David. Felipe descubrió su pasión por la robótica mientras jugaba con su padre usando una placa Arduino - una tarjeta electrónica que permite crear objetos electrónicos interactivos- en casa. Desde entonces, han encontrado en Ombu Hub un espacio para desarrollar ese interés. “Nosotros desde el 2022 participamos en la academia. Felipe actualmente vive en Brasil con su mamá, pero cuando está en Tucumán de vacaciones, como en estos momentos, buscamos mandarlo porque le encanta”.

Felipe ha realizado diferentes tipos de cursos lo que despertó su curiosidad y entusiasmo por la tecnología. “Hoy, en su tiempo libre, juega con inteligencia artificial. Le encantan los desafíos, como empezar con un conjunto de cables y terminar controlando un motor con el código que él mismo escribe”, explica su padre.
Para el papá, las colonias tecnológicas ofrecen algo único: “Trabajar con robótica y programación enseña a los chicos cómo encarar problemas y desafíos desde una mirada organizada y sistémica. Es una opción espectacular que toma todo lo bueno de la tecnología sin tenerlos embobados atrás de una pantalla”.
Si bien Santiago es ingeniero en Sistemas, egresado de la Universidad Tecnológica Nacional y cofundador de una empresa de desarrollo de software, asegura que su interés por la tecnología no es lo único que impulsa a Felipe. “Raquel, que vive en Brasil con los chicos, es fotógrafa pero también cercana al ambiente tecnológico. Valoramos que cada uno de nuestros hijos tenga un espacio para su crecimiento personal”, cerró.
Pasión por la tecnología
Matheo Salmen tiene 12 años y hace casi tres que asiste a Ombu Hub. Llegó gracias a su papá, quien encontró el lugar. “Lo que más me gusta de las clases es que son divertidas y no aburren”, explicó en diálogo con LA GACETA.
Su primer aprendizaje fue en un módulo de Arduino, donde comenzó a familiarizarse con piezas electrónicas.
Sobre su rutina en la academia, Matheo la resume en pocas palabras: “Diversión y aprendizaje fácil”. Entre los proyectos que realizó, destaca su participación en la competencia WRO de LEGO, donde aprendió a ensamblar piezas y a programar en equipo.
Aunque al principio le costó un poco, asegura que el aprendizaje práctico facilitó el proceso: “Los profes nos enseñan con proyectos que mientras armamos vamos entendiendo para qué sirve cada cosa”. Para Matheo, trabajar en equipo es otra ventaja: “Es más fácil y divertido, además hacemos muchos amigos”.
El adolescente cree que todo lo aprendido en la academia es útil para su futuro y según cuenta, a su papá, que también es apasionado por la tecnología, le resultaron interesantes los proyectos que él realizó: “Estuvo contento porque pude hacerlo solo”.
Entre las herramientas que más le gustan, Matheo menciona la programación en computadora y para finalizar a los chicos que quieren empezar les aconseja “que lo hagan y le pongan ganas. Es entretenido y muy útil al día de hoy y para su futuro”, finalizó.
Colonias tecnológicas
- Rollingcode kids
Dirección: General Paz 576 - piso 9, oficina 2
Desde el 13/01 hasta el 28/02
Comisiones por edades: 8 a 9, 10 a 12 y 13 a 15 años
Teléfono: 3815783030
- Ombu hub
Dirección: Av.Mate de Luna 4664
Actualmente trabajando con colocias e inscribiendo para el mes de marzo.
Comisiones por edades: 5 a 7, 8 a 11 y 12 a 16 años.
Teléfono: 3812073710
- CIIDEpt (Centro De Innovación, Investigación y desarrollo educativo, productivo y tecnológico)
Dirección: Avenida José Ingenieros 260.
Talleres gratuitos.
Edades: 6 a 17 años
Teléfono: 4972700
Mail: ciideptacademica@hotmail.com