Varios jugadores de Huirapuca tuvieron un desempeño destacado en el Seven de Tafí del Valle, y la conquista de la Copa de Oro Club LA GACETA lo confirma. Entre todos, sobresalió Matías Georgieff, quien fue elegido como el mejor jugador del certamen gracias a sus brillantes actuaciones en los momentos clave.
“Fue un día muy duro, así que es muy lindo terminarlo así”, expresó el wing concepcionense en diálogo con LA GACETA, poco después de recibir la distinción.
El “Galgo” resultó clave en los momentos decisivos. En semifinales, anotó dos tries, uno de ellos crucial para que su equipo pasara al frente. En la final, también dejó su huella en el marcador.
“Es todo el trabajo que hacen los chicos, que se matan en el medio para darme la pelota y que yo pueda correr. Mi tarea sería imposible sin ellos, así que hay que darles mucho crédito”, destacó Georgieff. Aun así, reconoció estar feliz con su propio aporte.
Momentos dificiles
Para Georgieff, el día perfecto en Tafí del Valle tuvo un significado especial. En los últimos meses, enfrentó varias lesiones que lo obligaron a alejarse de las canchas y superar largos períodos de recuperación. Por eso, este triunfo no solo fue un logro deportivo, sino también un alivio emocional.
“Me costó mucho volver a estar al 100%, así que esto es puro disfrute. Por momentos como este, uno entrena en diciembre y enero bajo el sol o la lluvia. Todo el sacrificio vale la pena cuando llegan días así”, expresó emocionado.
El título conseguido en Tafí del Valle también tiene un peso histórico para Huirapuca. El equipo quedó a solo una conquista de alcanzar a Salta como el máximo ganador del Seven. La ambición del plantel sigue intacta, pero Georgieff prefiere ir paso a paso.
“Hay cosas que todavía debemos ajustar. Veremos si podemos estar a la altura el próximo año”, concluyó el wing, quien no tiene claro qué le deparará el futuro, pero hoy disfruta al máximo su presente. La sonrisa en su rostro y el trofeo en sus manos hablan por sí solos: el “Galgo” está de regreso.