El retiro de Edgardo "Patón" Bauza del fútbol se debió a una enfermedad silenciosa y compleja: la demencia frontotemporal. Este trastorno neurodegenerativo, menos conocido que el Alzheimer, afecta principalmente la conducta, la personalidad y el lenguaje, y no tiene cura hasta el momento.
Según los especialistas, la demencia frontotemporal se debe a mutaciones genéticas que comprometen la proteína tau, lo que provoca la muerte de neuronas en los lóbulos frontal y temporal del cerebro. A diferencia de otras demencias, no comienza con problemas de memoria, sino con cambios en la conducta, como apatía, desinhibición o dificultades en la comunicación.
El doctor Ricardo Allegri, jefe de Neurología Cognitiva del Sanatorio Fleni, explicó en una entrevista a Infobae que suele confundirse con la depresión, ya que los pacientes pueden volverse emocionalmente distantes o perder empatía. "Muchas veces se los trata con un criterio depresivo, cuando en realidad tienen demencia frontotemporal", indicó.
Los síntomas y el impacto en la vida cotidiana
Los signos de la enfermedad varían según la zona cerebral afectada. Algunos pacientes sufren cambios drásticos de personalidad, se vuelven impulsivos o pierden la capacidad de comprender el lenguaje. Otros pueden mostrar conductas compulsivas, como comer en exceso o perder el control de sus emociones.
En el caso de Bauza, su hijo Maximiliano relató que el diagnóstico fue un proceso progresivo. "Después de su paso por Central, decidimos hacer un parate y empezar con estudios. A los seis o siete meses, entendimos que lo mejor era que no siguiera porque iba a empeorar", contó en una entrevista radial.
Hace solo unos días, Bauza cumplió años y su hijo compartió en redes sociales una serie de fotos junto a él, contando más detalles sobre la enfermedad que atraviesa. En las imágenes se lo ve acompañado y contenido por su familia, en un momento de tranquilidad lejos del fútbol.
Un tratamiento sin cura, pero con abordajes paliativos
Actualmente, no existe un tratamiento que frene o revierta la enfermedad. Los especialistas recurren a antipsicóticos para controlar la conducta y antidepresivos para mejorar el estado de ánimo. "Esperamos que en los próximos años la investigación avance y se logre un tratamiento efectivo", señalaron desde la comunidad científica.
Maximiliano Bauza destacó que su padre se encuentra contenido y cuidado. "Está bien, estuvo en Argentina hasta hace unos días y ahora está con su esposa en Ecuador", dijo, manteniendo la reserva sobre la intimidad del exentrenador.
Un legado imborrable en el fútbol
Más allá de la enfermedad, el nombre de Edgardo Bauza está grabado en la historia del fútbol. Como técnico, fue campeón de la Copa Libertadores con Liga de Quito en 2008 y con San Lorenzo en 2014. También dirigió a equipos como Rosario Central, Vélez y San Pablo, además de la selección argentina en la previa del Mundial 2018.
Su retiro, motivado por razones de salud, deja un vacío en el fútbol, pero su legado y su ejemplo de lucha siguen intactos.