En Tenis, la delegación de Marcos Paz apuesta a ganador en las Intervillas

“No tenemos camisetas, nos quedaron chicas”, dice Joaquín López Echegaray entre risas. Más allá de ese detalle, el equipo de tenis de la delegación de Marcos Paz ya está en semifinales siendo, como cada año, una de los grandes protagonistas de las Intervillas.

Joaquín es uno de los mejores jugadores del equipo y también el coordinador de la delegación, que este año cuenta con 60 deportistas. Además, es entrenador y una de las referencias del tenis tucumano. “Siempre nos destacamos en tenis”, dice con orgullo. Su compañero en dobles es Pedro Eugenio Farías. Son amigos, se conocen bien y el año pasado salieron campeones. Aunque la preparación no es extensa, la confianza y la experiencia juegan a favor. “Organizamos todo un poco a último momento, pero con una o dos semanas intensas de entrenamiento nos alcanza”, explica Joaquín.

Las Intervillas, para ellos, son una forma de arrancar el año con energía. “El juego es otra cosa, es amigable”, resume Joaquín. Pedro lo complementa: “Es genial compartir con otros deportes. Si falta gente en algún deporte que no es tenis, vamos a ayudarlos. Se disfruta de la delegación”.

El domingo será clave, con las semifinales en juego. “Las expectativas son altas”, afirma Pedro. Joaquín, en cambio, pone el foco en otra cuestión: “Sabemos que se puede ganar o perder, pero lo más importante es disfrutar. Somos conscientes de que la villa necesita los puntos de tenis, así que lo damos todo”.

El juego y el amor van de la mano en las Intervillas

Además de competir, Joaquín tiene la responsabilidad de armar los equipos y de organizar la convocatoria. “Tenemos un delegado en cada deporte. Hubo recambio generacional y ahora hay más compromiso y más sed de victoria. Nos falta un poco de organización porque a veces estamos hasta último momento armando”, admite. “Los equipos de fútbol son nuevos. La idea es ser más competitivos en ese deporte y en todos los demás”, agrega Pedro.

La historia de Joaquín en el tenis va más allá de las Intervillas. Como entrenador, trabajó con algunos de los mejores jugadores de la provincia. Actualmente entrena a los mellizos Ahualli, los número 1 en la categoría sub 10 de Tucumán. También fue entrenador de Máximo “Machi” Zeitune y trabajó en Buenos Aires y en Perú. Sin embargo, decidió volver a Tucumán por amor. “Volví para comprometerme con mi novia”, concluye, mientras corre a abrazarla luego de un duro partido. (Producción periodística: Sofía Lucena)