
Una pareja tucumana fue a Ushuaia en moto y da los detalles de un viaje por paisajes de ensueño

Hay quienes miden su vida en kilómetros recorridos y experiencias, más que en años. Ese es el caso de Carlos Daniel Maldonado y su pareja, Graciela Lucena, quienes se han dedicado por años a viajar por cada rincón del país sobre dos ruedas. Y en este 2025, con Ushuaia como escenario, pudieron cumplir el sueño de decir: “recorrimos toda la Argentina en nuestra moto”.
Él inició sus viajes hace 35 años. Al principio eran distancias cortas que con el tiempo se hicieron más y más largas, sobre todo cuando Lucena se sumó. “Elegimos enero para emprender nuestros paseos porque tenemos todo el mes de vacaciones. Primero nos ponemos una meta, luego diagramamos el recorrido para poder realizarlo en 30 días y después nos subimos a la moto”, contó Maldonado.

Este último viaje requirió una planificación que comenzó en julio de 2024 y que se cerró con éxito en enero de este nuevo año. “Ya tenemos millones de viajes en moto por el país y esta fue la culminación”, confesó Lucena.
Bitácora de sueños
Hace tres años, la pareja ya había intentado llegar a Ushuaia pero en Río Gallegos se vio truncado el deseo, porque necesitaban su carnet de vacunas para atravesar a Chile – paso obligatorio para llegar a Tierra del Fuego-, por lo que la travesía quedó pendiente pero no olvidada.
El último 3 de enero salieron de Tucumán y tomaron la ruta 3 que bordea el océano Atlántico. ¿Por qué esa decisión? “Es muy desolada, con muchísimos vientos y con distancias muy largas, sobre todo entre ciudad y ciudad. Entonces se vuelve más llevadera cuando uno inicia el viaje y tiene toda la fuerza porque cuando uno vuelve ya lo hace cansado”, explicaron.
La primera parada fue Río Cuarto, a unos 780 kilómetros de distancia. En la segunda cumplieron la primera meta apuntada en su cabeza, que fue conocer Punta Perdices. “Nos dijeron que es el caribe patagónico y confirmamos que es cierto. Es hermosísimo”, remarcaron.
Su siguiente destino fue Puerto Madryn, donde se quedaron dos días para luego seguir hasta Puerto San Julián, a unos 800 kilómetros, y desde allí directamente viajaron hasta Río Gallegos. “En ese tramo hay vientos fortísimos, con ráfagas de hasta 80 kilómetros por hora, por lo que en moto hay que viajar muy temprano y tomar todas las precauciones necesarias”, aconsejaron. Ellos sí vivieron la intensidad del viento fuerte pero nada que no pudieran controlar.
Como todo viaje, el de la pareja también enfrentó algunos contratiempos, ya que además de las inclemencias del tiempo tuvieron que pasar una noche en el medio de la cordillera. Es que al llegar al límite con Chile cruzaron en barcaza el Estrecho de Magallanes hacia el lado del país vecino, pero el viento los demoró y cuando llegaron a las fronteras, estas se cerraron: “Afortunadamente encontramos un hospedaje cerca del lugar y permanecimos allí para volver a la ruta a primera hora de la mañana”.
Con el traspié superado, llegar a Ushuaia fue una explosión de emociones para Maldonado y Lucena, que decidieron no perder tiempo y recorrer cada lugar turístico que pudieron de la ciudad más austral del mundo.
“Entrar por el portal de las dos columnas donde te dan la bienvenida a Ushuaia es la meta de todo viajero”, afirmó el hombre. Además, en medio del camino está el ‘Museo de la Moto’, que es un lugar precioso para todos los amantes de las motocicletas.
“Allí te entregan un diploma por haber llegado a Ushuaia y un sello que está dividido a la mitad. A la otra hay que ir a buscarla en Alaska”, comentó. Completar el sello es un sueño futuro para la pareja.
No obstante, Lucena destacó que esa travesía es sin fecha de vuelta porque no hay un tiempo aproximado de viaje y hay que hacerlo con mucho tiempo al tener en cuenta todas las contingencias que podrían suceder.

La Ruta 40
La Ruta 40 fue otra meta que tenía Maldonado, ya que desde hace años posee el pasaporte que ofrece este destino. Se trata de una credencial que se completa a medida que un viajero recorre sus distintos puntos. Él quería llenarlo con los sellos que le faltaban y además, conocer el kilómetro cero de esa mítica ruta, lugar que se encuentra en Cabo Vírgenes. “Es una puntita que queda en el final de la Argentina y para llegar tuvimos que hacer 125 kilómetros de puro ripio, pero fue un lugar soñado. No cualquiera llega hasta ahí”, aseveró el hombre.
Otra hazaña de la pareja fue llegar a El Chaltén, donde se bajaron otro rato más de la moto para escalar el famoso cerro Fitz Roy para realizar el trekking de la Laguna de los Tres. Allí hubo lágrimas de emoción por otra meta cumplida.
La aventura no terminó. Luego juntos pudieron admirar el ferrocarril de La Trochita en Esquel, hicieron rafting en el lago Llao Llao de Bariloche y en Caviahué se desviaron para conocer el puente de Piedra y el Salto agrio, famoso por la diversidad de colores en sus paisajes, que combinan turquesas cielo, anaranjados vibrantes y amarillos.

Ya en el último tramo de la travesía, mientras cenaban en La Rioja, Carlos le comentó en modo de chiste a Graciela que se encontraban más cerca de Córdoba que de Tucumán. Sin pensarlo demasiado decidieron ir hacia allí antes de su regreso para vivir una luna de Cosquín. “Fue otro pequeño sueño cumplido vivir una noche de ese festival”, agregaron.
Tips viajeros
Maldonado y Lucena recorrieron 10.100 kilómetros en 24 días, en una BMW 1200 Adventure. “Es grande y bastante pesada. Sobre todo si sumamos todo el equipaje, porque llevamos un equipo de camping y de cocina, alimentos, más los bolsos con ropa y repuestos por alguna eventualidad”, indicaron.
Para viajar en estas condiciones y atravesar diferentes tipos de clima, hay que estar muy bien preparados. Otra clave es mantenerse hidratado por lo que llevan una bolsa de agua especial, además de ser personas físicamente activas. En este caso, la pareja va al gimnasio entre tres o cuatro veces por semana para mantenerse sanos.

“Para emprender cualquier tipo de viaje lo mejor que se puede hacer es tener prudencia y hacer caso a las señales que el entorno da. Si hay pronóstico de mal clima, cuidarse. Si el cuerpo se siente cansado o enfermo, escucharlo. En la moto, en un segundo se pude perder la vida o tener un accidente”, reflexionó Lucena.
Por su parte, Maldonado invitó a quienes tengan la chispa de viajar en motocicleta ardiendo en el pecho a que la enciendan: “No importa la moto porque nosotros nos cruzamos en el camino con vehículos desde 100 centímetros cúbicos hasta la mía que es una de la más grandes. Si se tiene el sueño, directamente se le pone fecha y se sale a la ruta”.