14 Febrero 2025
Vienen a mi memoria las palabras del poeta: “El beso es comunión de almas/en que los labios/olvidando los agravios/ la maldad y la traición /arrancan del corazón/ con fuerza avasalladora/ todo el amor que atesora.Y aunque el amor es ciego/ deja su marca de fuego/en la mujer que se adora....”. Lindas palabras...Pero esta misma acción, tan bellamente descripta, dejó al (ahora) ex-presidente de la Federación Española de Fútbol femenino en la peor de las miserias al extralimitarse con la capitana del equipo femenino que se coronó campeón mundial. Se dejó llevar por la emoción, al punto que no encuentra palabras para justificar el torpe arrebato que lo hundió a nivel global. Acción que, según la Justicia, podría dar con sus huesos en la fría cárcel, a más de destruir dos familias: la propia y la de la campeona, que todavía tartamudea para explicar lo insensato. El beso, cuando es puro, bienvenido sea. Pero, ¿cómo saberlo? Vale recordar el de Judas, que envió a la crucifixión al Señor. Además, este tiene mil formas de expresarse, más allá de la razón y el sentimiento.
Darío Albornoz
lisdaralbornoz1@gmail.com
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