
Los trastornos neurodegenerativos, como el Alzheimer y la demencia, tienden a detectarse frecuentemente con el avance de la edad. Los investigadores buscaron comprender cuál es la manera en que envejece el cerebro, con el objetivo de prevenir afecciones, a partir de la detección temprana y tratamientos que podrían colaborar.
Un estudio publicado en diciembre del año pasado en la revista Nature Aging encontró algunas claves sobre el envejecimiento del cerebro y su vínculo con enfermedades neurodegenrativas. La investigación, citada por Infobae, advierte que el proceso comienza a los 57 años y presenta picos importantes en dos edades clave: los 70 y 78 años. Los científicos encontraron 13 proteínas que se vinculaban con el avance de la edad en el cerebro.
Cómo se llevó a cabo el estudio
Para realizar el estudio, los científicos analizaron imágenes por resonancia magnética (IRM) del cerebro de 10 949 adultos sanos de entre 45 y 82 años para calcular la “brecha de edad cerebral” (BAG, por sus siglas en inglés), un indicador de su envejecimiento, que surge de la diferencia entre la edad cerebral estimada y la cronológica.
Luego, evaluaron la concentración de aproximadamente 3.000 proteínas en la sangre de casi 5.000 de los participantes. Los investigadores identificaron 13 proteínas cuyas concentraciones en sangre estaban asociadas con la edad biológica del cerebro. Las proteínas que estaban vinculadas a factores involucrados en el envejecimiento, como el estrés celular y la inflamación, se elevaron en la sangre a medida que aumentaba la edad biológica del cerebro.
El vínculo de las etapas y las enfermedades neurodegenerativas
El doctor Wei Cheng, experto de la Facultad de Medicina de la Universidad de Fudan de Shanghái, quien lideró la investigación, afirmó: “A los 70 años observamos muchas asociaciones con trastornos neurodegenerativos, como la demencia por cualquier causa y la enfermedad de Alzheimer. Nuestros hallazgos reflejan la susceptibilidad de padecer estas patologías en esta década”.
En diálogo con Infobae, el doctor Claudio G. Waisburg, neurocientífico, speaker y director del Instituto SOMA, explicó: “Desde una perspectiva neurocientífica, el estudio representa un avance prometedor al identificar proteínas clave que marcan puntos críticos en el envejecimiento cerebral, como los 57, 70 y 78 años”.
Por su parte, el doctor Alejandro Andersson, neurólogo, director médico del Instituto de Neurología Buenos Aires (INBA), explicó al medio citado: “Hallaron 13 proteínas vinculadas al deterioro cerebral y sus niveles cambian abruptamente en estas edades. Estos cambios están relacionados con inmunidad, metabolismo y enfermedades neurodegenerativas como el alzhéimer y el ictus”.
Un hallazgo prometedor pero conflictivo
El doctor Andersson añadió: “El envejecimiento cerebral es un proceso multifactorial que involucra factores biológicos, ambientales y de estilo de vida. Identificar las proteínas clave en el deterioro cognitivo ofrece nuevas oportunidades para intervenciones personalizadas”.
Respecto al hallazgo de estos biomarcadores, el doctor Waisburg indicó que “abren la puerta a intervenciones personalizadas que podrían retrasar el declive cognitivo y prevenir enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer. Sin embargo, filosóficamente, surge la cuestión de si deberíamos intervenir de manera tan directa en un proceso natural como el envejecimiento”.