
La definición del líder de la casa de Gran Hermano demoró más de lo esperado esta semana. Es que desde hace años, la dinámica de los últimos días se convirtió en una de las más esperadas por los participantes de cada edición del reality. El sorteo del auto 0KM quedó en vilo cuando Santiago del Moro debió suspender la competencia.
Siete "hermanitos" quedaron en juego por el doble premio: el liderazgo y el auto. Con una serie de competencias previas al sorteo que inició elmartes, fueron acumulando posibilidades de quedarse con el 0KM: un Renault Kwid valuado en $18 millones.
Las competidoras más favorecidas con estos beneficios extra fueron Luciana Martínez, Martina Pereyra y Sandra Priore, que se quedaron con 11 llaves cada una. Les siguió Santiago "Tato" Algorta, con 10 llaves y mucho más abajo, Luz Tito, con seis, Ulises Apóstolo, con tres y Katia Fenocchio, con dos.
Quién se quedó con el 0KM, el auto "maldito"
Las llaves empezaron a ser probadas una a una en el auto durante la transmisión del martes. Pero, sumando todas las que habían recolectado los participantes, quedaron 54 llaves en juego, un número que excedió completamente a la producción, por lo que tuvieron que cortar el juego y continuar el miércoles.
Tras horas de espera y tensión por saber quién se garantizaría una semana sin nominaciones en la casa, el miércoles se reanudó la competencia. Fue enorme la sorpresa cuando Ulises, uno de los participantes con menos llaves, logró arrancar el Kwid.

Pero enseguida sus fanáticos se manifestaron en las redes sociales y aseguraron tener cierto temor. Es que, al parecer, hay una superstición que rodea al auto de la competencia y le da el mote de "maldito". La creencia se debe a que en las dos ediciones anteriores, los ganadores del 0KM -Maximiliano Giudici y Zoe Bogach- quedaron rápidamente eliminados del reality.