¿Por qué después de la lluvia sigue haciendo calor?

Muchas veces las ansiadas precipitaciones parecen no traer alivio al calor agobiante. Según una experta, esto se debe a que las lluvias no son las encargadas de bajar la temperatura.

La razón por la que no decsiende la temperatura en verano. La razón por la que no decsiende la temperatura en verano.
Hace 4 Hs

Los tucumanos podemos haber comprobado que el sol verdaderamente sale después de la lluvia. El calor intenso no cede incluso luego de una tormenta y hasta consideramos que las temperaturas solo aumentan. Así, las tan ansiadas precipitaciones parecen no surtir efecto en este verano agobiante. ¿Por qué el termómetro no da tregua después del aguacero?

En el imaginario colectivo puede parecernos que a la caída de la lluvia le antecede o procede una baja de la temperatura. Sin embargo, una experta indica que debemos dejar de asociar a las tormentas del verano con la capacidad de mitigar el calor. "Hay que deconsturir la idea de que si llueve bajan las temperaturas", indica Cindy Fernández, comunicadora del Servicio Meteorológico Nacional en X, citada por Filo.News. 

No es la lluvia, si no la masa de aire

A diferencia de lo que ocurre en las otras estaciones, donde las lluvias se producen por delante de frentes fríos, "en verano, la mayoría de las lluvias no producen descensos de temperatura". Lo que hace falta para que se termine el calor es "un cambio de masa de aire, ya que el que te rodea es caliente y húmedo y querés rodearte de otro más fresco y seco", dice Fernández.

Lo que generan las tormentas, en estos casos, es el mismo calor del aire: "Cuando se alcanza cierta temperatura, el aire húmedo asciende y empiezan a formarse tormentas sin que cambie el aire que las rodea".

"Este tipo de tormentas suelen ser pequeñas en tamaño pero con chaparrones intensos y de corta duración", indica la comunicadora en su cuenta de X. Llueve poco, unos 10 o 15 minutos, y luego seguimos rodeados de un aire muy caluroso y, para colmo, con mayor humedad que antes.

Tormentas de verano. Tormentas de verano.

Un poco de alivio pero no lo suficiente

Si son lo suficientemente intensos y duraderos, los chaparrones pueden llegar a enfriar el cemento y bajar la temperatura unos pocos grados. "Pero esto no siempre ocurre", aclara Fernández.

Lo que debe ocurrir para que baje la temperatura es que cambie el aire. "En otros casos, la lluvia arrastra aire más frío desde las nubes y crea un cambio de aire en la superficie. Esto puede descender varios grados la temperatura, pero es solo un efecto local donde se da la tormenta", concluye la comunicadora.

Cómo el calor produce una tormenta

Desde la revista National Geographic explicaron cómo se producen las tormentas de verano, que surgen a partir del aire caliente. "A medida que el sol calienta el suelo, el aire sobre él se eleva de forma natural hasta que choca con una capa superior de aire frío, creando inestabilidad atmosférica, el componente necesario para una tormenta", advierten. 

Para que el aire caliente siga subiendo solo se necesita un "detonante", explican desde NatGeo. Este puede ser un frente, es decir una colisión entre dos masas de aire, o una cadena montañosa que crea una barrera que obliga al aire a ascender.

A medida que el aire cálido y húmedo sigue ascendiendo, las nubes cumulonimbos crecen cada vez más, llegando más arriba hasta que las gotas de humedad se convierten en partículas de hielo que rebotan entre sí. Estas crean cargas eléctricas que acaban descargándose en forma de rayos, que calientan y expanden el aire circundante para producir truenos. Sólo un 10% de los relámpagos llegan al suelo; el resto se descarga de nube en nube.

Tamaño texto
Comentarios
Comentarios