
Desde siempre, los frutos secos fueron valorados por su riqueza nutricional y su capacidad para aportar energía. Entre ellos, las nueces se destacan por su combinación única de grasas saludables, antioxidantes y minerales esenciales. Su composición las convierte en un alimento fundamental dentro de una alimentación equilibrada, con efectos positivos en la salud del corazón, el cerebro y el bienestar en general.
Por su alto contenido en ácidos grasos esenciales, las nueces son el único fruto seco con cantidades significativas de omega-3 de origen vegetal, un nutriente clave para reducir la inflamación y mejorar la función cardiovascular. Además, su aporte de fibra favorece la digestión, prolonga la sensación de saciedad y ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre..
Los beneficios de las nueces para la salud
Numerosas investigaciones asociaron el consumo de nueces con una mejor salud cardiovascular, gracias a su capacidad para reducir los factores de riesgo. Su contenido de ácidos grasos poliinsaturados, especialmente el ácido alfa-linolénico (ALA), contribuye a disminuir la inflamación y mejorar la función de los vasos sanguíneos. Asimismo, los antioxidantes presentes en este fruto seco ayudan a combatir el estrés oxidativo y a prevenir el daño celular.
Uno de los efectos más estudiados es la reducción del colesterol LDL, conocido como colesterol “malo”, el cual está asociado con la acumulación de placa en las arterias. Según diversas investigaciones, su consumo regular contribuye a mejorar la presión arterial y los niveles de colesterol en sangre, reduciendo así el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Estudios recientes observaron que la ingesta de pequeñas porciones diarias de nueces está vinculada a una menor incidencia de afecciones cardiovasculares. Se demostró que apenas 10 gramos al día, equivalentes a unas cinco mitades, pueden generar un impacto positivo en la salud del corazón a largo plazo.
¿Cuál es la cantidad recomendada?
Según diversos estudios, se recomienda consumir entre cuatro y seis porciones semanales de frutos secos sin sal añadida. Sin embargo, se advierte que su ingesta en exceso podría contribuir al aumento de peso si no se incluye dentro de un plan de alimentación equilibrado.
Otra recomendación clave es la elección del tipo de nueces. Los especialistas sugieren optar por versiones crudas, tostadas en seco o sin aditivos para evitar el exceso de sodio y azúcares que pueden encontrarse en algunas presentaciones comerciales. Para potenciar su sabor sin afectar sus propiedades nutricionales, una opción es tostarlas en casa y combinarlas con especias naturales.