

Tres vecinos de Lastenia denunciaron al jefe y subjefe de la comisaría de dicha jurisdicción por haberlos detenido ilegalmente y agredirlos físicamente. El hombre más afectado, estuvo 12 horas retenido contra su libertad y se encuentra con la visión comprometida debido a los golpes recibidos. Además, en su denuncia advirtió que los efectivos le cobrarían a los detenidos una suma de dinero para alojarlos en una habitación especial.
El ataque ocurrió el pasado 10 de marzo. Según relató R.A.J en su denuncia, alrededor de las 22.30 se acercó hacia la verdulería de su amiga M.B.G. Mientras conversaba con la mujer llegó una camioneta de la Policía de la cual descendió un grupo de efectivos que rodearon su automóvil y obligaron a bajar a su amigo V.G, que lo esperaba en el asiento del acompañante. “Sin darme otras explicaciones me obligaron a que me traslade a la comisaría de Lastenia”, dijo R.A.J.
Al llegar a la dependencia policial le informaron que tenía una causa de violencia de género. Al revisar sus antecedentes el 2° jefe de la comisaría, Gerardo Racedo, le dijo que tenía un pedido de captura, motivo por el que quedaría privado de la libertad. En ese momento llegaron sus amigos M.B.G y V.G a preguntar qué estaba pasando. A R.A.J lo apartaron y alojaron en una oficina del lugar. “El 2° jefe comenzó a proferirme insultos denigrantes e irreproducibles, a la vez que me decía que tenía un pedido de captura. Yo le contesté que se trataba de un error pero esta persona, sin entender mis dichos ni mediar palabra, comenzó a agredirme con golpes de puño en distintas partes del cuerpo produciéndome lesiones en mi ojo izquierdo, cara y oído”, consignó en su denuncia.
Golpe en el pecho
Según dijo el abogado, Héctor Euduro González, M.B.G intentó defender a su amigo pero el policía le dijo que no se metiera. “La empujó y aparentemente le aplicó un golpe de puño en el pecho. Cuando estaba a punto de caer al suelo una policía femenina la sostuvo”, contó. Posteriormente Racedo habría ordenado que tanto la mujer como V.G fueran detenidos.
“Algo grave de todo esto es que a él no lo hicieron firmar ningún documento que constara que fue arrestado y luego liberado. Si aparece algún registro es porque lo hicieron después; no me sorprendería que estén armando pruebas”, advirtió.
Tras pasar toda la noche en una celda, a la mañana siguiente lo llevaron hacia una oficina. “Allí estaba Racedo junto al jefe de la comisaría, Páez. Al ingresar Racedo me dijo: ‘Ahora vas a poner $500.000 si no, no vas a salir de aquí”. Después me dijo que les diera $300.000 y que me dejarían en libertad. Como no les ofrecí dinero me llevaron nuevamente al arresto, en donde permanecí hasta las 10”, relató R.A.J. El hombre también informó que durante las horas que estuvo allí, los presos que estaban junto a él le dijeron que los detenidos podían acceder a beneficios a cambio de dinero. “Me contaron que la comisaría tiene una habitación con camas para cuatro personas, donde alojan a los presos vip que abonan $150.000 y les permiten estar en semilibertad, dejándolos usar el teléfono y el televisor”, afirmó.
La causa recayó en la Fiscalía de Delitos Complejos que dirige Mariana Rivadeneira. La fiscala ya ofició al médico forense del Ministerio Público Fiscal para que le practiquen los exámenes correspondientes a las víctimas para poder establecer las lesiones sufridas. M.B.G presenta escoriaciones en la zona del pecho, mientras que R.A.J además de tener heridas en distintas partes del cuerpo tiene comprometida su visión.
Fuentes del ministerio de Seguridad dijeron no estar al tanto del caso y que, además de colaborar con la fiscala, iniciarán una investigación administrativa.