Escándalo en la FIA: renunció el vicepresidente por ruptura en "las normas de gobernanza"

Uno de los máximos directivos de la FIA anunció su alejamiento inmediato de la Federación Internacional de Automovilismo.

Escándalo en la FIA: renunció el vicepresidente por ruptura en las normas de gobernanza
10 Abril 2025

Una verdadera tormenta política se desató en el seno de la Federación Internacional del Automóvil (FIA). Robert Reid, quien ocupaba el cargo de vicepresidente desde 2021, presentó su renuncia de forma inmediata y encendió la polémica con un duro mensaje hacia la cúpula dirigencial del organismo. El británico, ex copiloto y figura influyente dentro del automovilismo internacional, dejó su puesto en medio de un clima cada vez más tenso con el presidente Mohammed Ben Sulayem.

Reid anunció su decisión a través de su cuenta personal en X, desde donde apuntó directamente a los máximos responsables de la entidad: denunció una “ruptura de las normas de gobernanza” y expresó su preocupación por “decisiones críticas tomadas sin respetar los procedimientos establecidos”.

“Cuando acepté esta responsabilidad, lo hice con el objetivo de servir a los miembros de la FIA, no a los intereses del poder. Lamentablemente, he sido testigo de una degradación constante de los valores que juramos respetar”, escribió el ahora ex vicepresidente, visiblemente indignado por el rumbo institucional de la organización. En su comunicado, además, subrayó que muchas de las decisiones más importantes se toman “a espaldas de los miembros y de los órganos representativos”.

El conflicto entre Reid y Ben Sulayem no es nuevo, pero alcanzó su punto máximo luego de la última reunión del Consejo Mundial del Deporte Motor. Allí, tanto Reid como David Richards (presidente de Motorsport UK) fueron excluidos por negarse a firmar un acuerdo de confidencialidad promovido por el propio presidente de la FIA. Ese gesto terminó de quebrar una relación que ya venía desgastada.

Reid también aclaró que su renuncia no responde a un conflicto personal, sino a una postura ética. “Esta decisión no es contra nadie en particular. Tiene que ver con principios. El automovilismo merece una conducción que actúe con transparencia, responsabilidad y respeto por sus bases. Ya no me es posible continuar en un sistema que ha dejado de representar esos valores”, concluyó.

La salida de Reid representa un golpe importante para Mohammed Ben Sulayem, que ahora pierde a uno de sus principales aliados en la estructura de la FIA, en un año clave rumbo a las elecciones presidenciales previstas para fin de año. Reid era una figura de peso por su rol ejecutivo y también por la influencia que ejercía en la Asamblea General de la entidad, un cuerpo que reúne a 245 organizaciones miembros de 149 países, todas con igualdad de voto.

Esa Asamblea, que recientemente votó por amplia mayoría (75%) a favor de modificar los estatutos de responsabilidad interna, será la encargada de elegir al próximo presidente de la FIA. Aunque Ben Sulayem todavía mantiene respaldo entre los clubes de menor tamaño, la oposición europea empieza a organizarse y la figura de Reid representaba un punto de referencia clave para ese sector.

Los próximos movimientos serán determinantes. La vacante en la vicepresidencia deberá ser cubierta en un contexto de creciente tensión política, y no está claro si Ben Sulayem podrá mantener su hegemonía sin el respaldo pleno de figuras como Reid.

En este contexto, la Asamblea General buscará garantizar que la conducción de la FIA represente a todas las partes por igual, en especial a las federaciones más chicas que piden mayor inclusión en la toma de decisiones. Por ahora, el futuro político de la Federación está más abierto que nunca, y el impacto de la renuncia de Robert Reid promete seguir generando repercusiones.

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