Esquivel-Pino, una dupla que ilusiona a San Martín de Tucumán

¿Cómo se evalúa el rendimiento en un partido de fútbol? Los análisis futbolísticos toman en cuenta diferentes variables. Las más vistosas (y fáciles) son las cuantitativas: ¿cuántos goles hizo? ¿Dio alguna asistencia? ¿Qué cantidad de pases acertó? Las respuestas a esas tres preguntas ofrecerían un pantallazo general del rendimiento de un futbolista. ¿Qué pasaría si se trasladaran esas condiciones al partido entre Alvarado y San Martín? La lupa, sin dudas, estaría puesta sobre el rendimiento de Juan Cruz Esquivel. El extremo tendría un puntaje casi perfecto: apareció en los momentos justos y anotó dos goles para el 2-0 del “Santo” frente al “Torito” en Mar del Plata.

La calificación se elevaría aún más si se tuviera en cuenta que mostró un 100 % de efectividad de cara al arco: pateó dos veces desde afuera del área y ambas terminaron en gol. El análisis, así planteado, es simple y concreto, aunque sería engañoso reducir el partido a dos acciones de juego. Entonces, ¿qué pasaría si el análisis de Esquivel combinara los números con los aspectos cualitativos?

El primer aspecto a considerar sería el rendimiento colectivo del equipo. El “Santo” no jugó bien y fue superado por el planteo de Alvarado. El DT Pablo Quattrocchi puso en cancha un equipo corto y compacto, tanto para atacar como para defender. Al avanzar en el campo, le ganó la mitad de la cancha a Ariel Martos y desarticuló el doble cinco de Matías García y Gustavo Abregú. Esta es la razón por la que Darío Sand y los palos de los arcos del José María Minella fueron los salvadores del “Santo”.

Al momento de defender, los dos puntas, Derlis Ortiz y Marco Borgnino, retrocedían para convertirse en los primeros defensores del equipo. Fue una apuesta que generó peligro constante para San Martín durante todo el primer tiempo. Una guapeada de Martín Pino y un disparo de Gabriel Hachen fueron todas las intervenciones ofensivas del equipo en esos primeros 45 minutos. Muy poco para un equipo que, como idea principal, busca ser protagonista.

Esquivel, en ese período, fue anulado por la defensa de Alvarado. Casi no participó en el juego ni logró asociarse con Juan Cuevas, Hachen o Pino. A eso se sumó que falló en la mayoría de las decisiones que tomó: no se destacó por su gambeta y se mostró impreciso en las descargas. El duelo frente a Valentino Werro lo perdió por completo.

¿Qué pasó en el entretiempo? San Martín no modificó el dibujo táctico, pero sí la intensidad. El equipo de Martos intentó ser más directo y buscar a los delanteros con pelotas largas para aprovechar el adelantamiento de la defensa de Alvarado. Es decir, el “Santo” intentó sacar rédito de la agilidad de Esquivel.

A los 53’, la apuesta de Martos dio resultados casi de inmediato. Pino bajó un pase largo de Sand y, con un taco, dejó el campo abierto para Esquivel. El extremo corrió en dirección al arco y lanzó un potente remate para vencer la valla de Fabricio Henricot.

El segundo tanto fue similar. Otra vez, Esquivel hizo una pared con Pino y lanzó una bomba inatajable para el arquero de Alvarado.

Todo esto deja en claro que el partido de Esquivel fue perfecto desde la efectividad y, sobre todo, que parece haber construido una sociedad con Pino. Ahora, el desafío del “Santo” será mantenerla y convertir a la dupla en una de las más peligrosas del campeonato.