En la Misa Crismal, el obispo les pidió a los sacerdotes que sean más misioneros: "Llevemos la luz de la esperanza a los rincones más oscuros"

La Misa Crismal es uno de los oficios religiosos más antiguos, y más importantes del catolicismo. Con esta celebración comienza formalmente la parte más “dura” de la Semana Santa. Así fue que hoy, desde las 10 en la Iglesia Catedral, se llevó a cabo esta misa en la que se bendijeron los Santos Óleos y los sacerdotes renovaron sus votos de servicio. En ese marco, el Monseñor Carlos Alberto Sánchez les pidió justamente a los sacerdotes que dediquen más tiempo a confesar a los fieles y sean más misioneros.

En el comienzo de su extensa homilía, Sánchez expresó: "Hemos querido iniciar este Jubileo reconociendo que somos pecadores y necesitamos  de la misericordia y el perdón del Señor, nos sabemos frágiles y nada podemos sin su gracia. Hace unos momentos hemos celebrado el sacramento de la reconciliación y nos hemos  presentado como humildes penitentes ante un hermano sacerdote, ministro de misericordia, para recibir la gracia y el perdón".

A continuación, Sánchez pidió a los sacerdotes que dediquen más tiempo a los fieles. "Queridos sacerdotes, en este Año Santo, seamos generosos para disponer un tiempo  más prolongado para ofrecer el sacramento de la reconciliación y dar la libertad a los que  están oprimidos por el pecado, especialmente en las novenas, peregrinaciones, fiestas  patronales, etcétera", manifestó. 

La cita al Papa Francisco

Para reforzar su pedido, Sánchez citó al Papa Francisco. "El Papa dice en Dilexit: 'El ardor pastoral y misionero se inflama  principalmente en los sacerdotes y en los fieles, para trabajar por la gloria divina, cuando  mirando el ejemplo de aquella inmensa caridad que nos mostró Cristo, consagran todo su  esfuerzo a comunicar a todos los inagotables tesoros de Cristo'. A la luz del Sagrado Corazón la misión se convierte en una cuestión de amor, y el mayor riesgo en esa misión es que se  digan y se hagan muchas cosas, pero no se logre provocar el feliz encuentro con ese amor  de Cristo que abraza y que salva", reflexionó.

Sánchez pidió un esfuerzo a los sacerdotes para acrecentar la comunión sinodal. El término, que deriva de la palabra sínodo, hace referencia a la necesidad imperiosa de que la Iglesia camine junta hacia el Reino de Dios. Se trata de una propuesta habitual del Papa Francisco, que suele explicar que la sinodalidad es el único camino para la fe del siglo XXI.

"Queridos sacerdotes este Año Santo nos exige hacer mayores esfuerzos para  acrecentar comunión sinodal con laicos y consagrados, la participación corresponsable y ardor  en la misión para llegar a todos, todos, todos y mostrarles a los hombres de nuestro Tucumán  el término de nuestra esperanza: La Felicidad", solicitó.

Sánchez recordó la esencia de su función dentro de la sociedad, aprovechando para reiterar el pedido central de su homilía. "Los sacerdotes estamos llamados a ser 'misioneros de esperanza', llevando la buena noticia del Reino y construyendo, junto a laicos y consagrados, un mundo más justo, en paz y fraternidad. Llevemos la luz de la esperanza a los rincones más oscuros de la nuestra  sociedad, hagamos presente el Reino de Dios a través de una alianza social inclusiva de los  hermanos que viven en penuria", cerró.