21 Abril 2025
A los 60 años, Melinda French Gates decidió redirigir su vida personal y profesional con una apuesta ambiciosa: invertir mil millones de dólares en el impulso de los derechos de las mujeres a través de su organización Pivotal. Tras dejar su rol en la Fundación Gates, que cofundó con su exesposo Bill Gates, eligió dar voz propia a sus convicciones y abrir una nueva etapa centrada en la salud, la equidad y el liderazgo femenino. Su nuevo libro, The Next Day, refleja ese proceso de transformación y la valentía de reinventarse.
Melinda recuerda que en 1996 abandonó Microsoft para dedicarse a la maternidad, y luego fundó una de las entidades filantrópicas más influyentes del mundo. Hoy, desde Pivotal, su enfoque se centra en problemas concretos y urgentes, como la alta mortalidad materna en Estados Unidos, donde las mujeres tienen el doble de probabilidades de morir por causas relacionadas con el embarazo que en otros países desarrollados. Esta desigualdad, advierte, requiere acciones decididas y sostenidas en el tiempo.
Aunque reconoce que ciertos cambios sociales no se logran de inmediato, Melinda apuesta por el trabajo de largo plazo. Si bien indicadores como la salud materna pueden medirse en cinco años, la equidad de género es una construcción que demanda décadas. En tono irónico, invita a que la consulten cuando tenga 80 años. Parte de su impulso nace también del desconcierto que le produce pensar que sus nietas podrían tener menos derechos que ella, en alusión al fallo Dobbs, que revirtió el derecho al aborto en EE.UU.
Además de su activismo, el libro revela su costado más íntimo, al hablar abiertamente de los ataques de pánico que sufrió antes del divorcio. Compartir esa experiencia, dice, busca romper con el estigma en torno a la salud mental. “Mi cuerpo me obligó a escuchar”, afirma, y agrega que muchas veces es el propio organismo el que grita cuando la mente intenta silenciar lo que ya no puede ser ignorado.
Lo más popular
