El Miami Football Club, que actualmente compite en la USL Championship (Segunda División del fútbol estadounidense), ha sido uno de los clubes más ambiciosos de la escena futbolística en EE. UU. Desde su fundación en 2015, ha buscado ser una alternativa sólida en el sur de Florida, aunque en los últimos años ha perdido protagonismo tras la irrupción del Inter de Miami y su fichaje estelar: Lionel Messi.
Sin embargo, el Miami FC ha decidido reinventarse apostando por un perfil dirigencial de alta jerarquía, con fuerte impronta argentina. Esta nueva etapa llega de la mano de figuras icónicas, entre ellas “Pico” Mónaco y Juan Sebastián Verón. Dos de los argentinos más involucrados en el club estadounidense son justamente ellos.
Verón, presidente de Estudiantes de La Plata, fue nombrado miembro de la Junta Directiva del club de Florida en los últimos meses. Se espera que aporte una visión estratégica del fútbol y una metodología de trabajo profesional. Busca aplicar los conceptos que ha utilizado con éxito en el “Pincha” para transformar la estructura del Miami FC, tanto en lo deportivo como en lo institucional.
Emanuel Ginóbili, que reside cerca de Miami, es otro de los argentinos que se sumó al proyecto con un enfoque diferente pero complementario: será referente en el área educativa y deportiva, especialmente en el desarrollo del baloncesto dentro del club, junto a “Pepe” Sánchez.
Por su parte, el ex arquero Darío Sala, con pasado en clubes como Independiente y River, también se incorporó a la directiva. Su papel será clave en la implementación de una estructura formativa sólida, especialmente enfocada en las categorías juveniles y la captación de talento local e internacional.
Ambiciones y limitaciones
Desde su ingreso en 2020 a la USL Championship (tras adquirir la franquicia del Ottawa Fury), Miami FC ha navegado por las aguas de una competición que no tiene ascensos ni descensos, lo cual condiciona los objetivos deportivos. En ese contexto, el club adoptó una estrategia de desarrollo a largo plazo, centrada en atraer jugadores emergentes como Bonfiglio.
La única vía posible para llegar a la MLS sería adquirir una plaza, lo que requiere una fuerte inversión económica. A diferencia de clubes como Los Ángeles FC o San Diego FC, que entraron recientemente en la MLS con grandes desembolsos, el Miami FC aún está lejos de dar ese paso.
En este contexto, la llegada de Francisco Bonfiglio, delantero de 23 años con pasado en Atlético, San Lorenzo, Villarreal e Independiente, es parte de la nueva política del club: reclutar jóvenes con proyección internacional y darles continuidad. Sus goles iniciales y su rápida adaptación al fútbol estadounidense son señales positivas tanto para el jugador como para el proyecto institucional que lo rodea y que tiene acento argentino.






















