01 Mayo 2025
Los jubilados deberán completar un formulario en línea con detalles sobre su situación económica y personal para acceder a los medicamentos gratuitos,
La situación económica de los jubilados nacionales se ha vuelto crítica. Según datos recientes de la Defensoría del Pueblo de Córdoba, quienes perciben la jubilación mínima no logran cubrir ni el 70% del costo de una canasta básica adaptada a adultos mayores.
En abril de 2025, una persona mayor necesitó $517.216 mensuales para cubrir gastos esenciales como alimentos, medicamentos, servicios, transporte y vestimenta. Sin embargo, el ingreso promedio de quienes cobran la jubilación mínima nacional —considerando el haber más el bono complementario de $70.000— fue de apenas $355.820, lo que representa apenas el 68,8% de esa canasta.
La caída en el poder adquisitivo es constante. En noviembre de 2024, esa misma jubilación mínima cubría el 73,7% de la canasta. En apenas seis meses, los jubilados perdieron casi cinco puntos porcentuales de capacidad de compra.
Dos factores clave
Especialistas apuntan a dos causas principales: por un lado, el congelamiento del bono adicional de $70.000, que no se actualiza desde marzo de 2024; y por otro, el impacto de la inflación en rubros sensibles para este grupo etario, como medicamentos y atención médica, que aumentan por encima del promedio general.
Cómo se compone la canasta de un adulto mayor
La Canasta de Gastos de Adultos Mayores, elaborada por la Defensoría del Pueblo de Córdoba, detalla cómo se distribuyen esos más de 500 mil pesos mensuales necesarios para una vida digna:
Alimentación: $111.826
Medicamentos: $181.000 (principal gasto, agravado por la reducción de coberturas del PAMI)
Servicios del hogar (agua, luz, gas): $71.000
Limpieza y cuidado personal: $44.800
Recreación: $25.000 (incluye una salida mensual al cine y talleres)
Transporte: $39.790 (aunque el colectivo es gratuito, se calculan cuatro viajes en taxi por mes)
Vestimenta: $43.800 (15 prendas anuales en promedio)
Carlos Galoppo, defensor del Pueblo Adjunto de Córdoba, calificó la situación como “dramática”. En el informe, afirmó: “El congelamiento del bono y la inflación han empujado a miles de jubilados por debajo de la línea de pobreza. Estamos hablando de personas que deben elegir entre comer o comprar sus medicamentos”.
Además, el cálculo no contempla gastos de alquiler. Esto implica que quienes no son propietarios enfrentan una situación aún más grave.
El sistema de salud, otra alarma encendida
El PAMI, principal obra social de los jubilados en Argentina, ha reducido en los últimos meses los porcentajes de cobertura en medicamentos, salvo para quienes acceden al "subsidio social". Como consecuencia, miles de personas mayores deben afrontar de su bolsillo parte de los tratamientos médicos, en un contexto de subas constantes en los precios farmacéuticos.
El aumento del 2,4% otorgado a las jubilaciones en abril fue claramente insuficiente, sobre todo considerando que el bono extra de $70.000 se mantuvo congelado.
El informe de la Defensoría del Pueblo cierra con un llamado a las autoridades nacionales a tomar medidas urgentes. Entre las recomendaciones, se destacan:
Actualizar regularmente el bono complementario
Mejorar el control de precios en medicamentos y servicios básicos
Reforzar los programas de asistencia directa
“La tercera edad necesita una respuesta urgente del Estado”, concluye el documento.
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