¿Tomás suficiente agua? Trucos para hidratarte más (aunque no te des cuenta)

Pequeñas estrategias para incorporar más líquido a tu día sin forzarte a llevar la botella a todos lados.

La deshidratación severa y la falta de sales minerales esenciales pueden agravar el cuadro clínico (Imagen Ilustrativa Infobae) La deshidratación severa y la falta de sales minerales esenciales pueden agravar el cuadro clínico (Imagen Ilustrativa Infobae)
10 Mayo 2025

Por más que lo escuches todo el tiempo, tomar agua sigue siendo una cuenta pendiente para muchas personas. ¿La razón? La mayoría no siente sed o no tiene el hábito incorporado. Sin embargo, la hidratación cumple funciones vitales: ayuda a regular la temperatura corporal, mejora la digestión, previene dolores de cabeza, favorece la concentración y mantiene la piel más saludable. Entonces, ¿cómo incorporar más agua a tu rutina sin que se sienta como una obligación?

1. No todo es agua pura (y está bien)

Aunque el agua es lo más recomendable, no es la única forma de hidratarse. Infusiones como té, mate o caldos (sin exceso de sal) también cuentan. Incluso frutas como la sandía, la naranja o el melón tienen alto contenido de agua y son una buena fuente de hidratación natural.

2. Hidratación por asociación

Un buen truco es vincular el agua a hábitos existentes. Por ejemplo: un vaso cada vez que te lavás los dientes, al regresar a casa o al sentarte a trabajar. Con el tiempo, el cuerpo empieza a pedirlo solo.

3. Usá tecnología a tu favor

Existen apps que te recuerdan tomar agua a lo largo del día y que podés configurar según tu estilo de vida. También hay botellas con marcas horarias que te incentivan a ir tomando a lo largo del día, casi sin pensarlo.

4. Agregale sabor, sin azúcar

Si te cuesta el sabor “a nada” del agua, probá con rodajas de pepino, limón, menta o jengibre. Es una forma natural de aromatizarla y puede volverse un ritual placentero.

5. Botella a la vista

Puede sonar básico, pero funciona: si la botella está cerca, tomás más. Ponela sobre el escritorio, en la mesa del comedor, en la mochila o en la bici. Lo importante es que esté al alcance de la mano.

6. ¿Cuánta agua necesitás realmente?

La cifra varía según el peso, la edad, la actividad física y el clima. Pero una guía simple es observar la orina: si es clara y sin olor fuerte, vas bien. Si es oscura o muy concentrada, podrías necesitar más líquido.

7. El vaso de la mañana

Uno de los hábitos más recomendados por médicos y nutricionistas es arrancar el día con un vaso de agua. Después de tantas horas sin ingerir líquidos, el cuerpo lo agradece. Y no, no hace falta que esté tibia con limón... aunque si te gusta, ¡adelante!

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