
Estimaciones señalan que en Argentina se consume, en promedio, medio kilo de palta por persona al año. Su uso fue en incremento en el último tiempo porque los argentinos aprendieron a incorporarla en sus platos, tanto comidas como desayunos y meriendas. Ahora se está popularizando el uso de su cáscara: una parte de la fruta que, aunque suele desecharse, se puede reciclar de maneras diferentes.
Reciclar la cáscara de las frutas o verduras ayuda a reducir los desechos orgánicos e incluso a acelerar su proceso de descomposición y vuelta a la tierra. La cáscara de palta tiene propiedades que la vuelven útil en aspectos como el cuidado de la piel, el buen mantenimiento del jardín y hasta el cuidado del hogar.
Cinco usos de la cáscara de palta
Fertilizante natural
Para hacer fertilizante con cáscara de palta podés utilizar la cáscara y todos los restos que tengas en tu compostera. También podés enterrarlas directamente en la tierra, aunque demorará un poco más en degradarse, y hasta preparar infusiones con la cáscara para regar las plantas del jardín. El potasio es el nutriente clave que contienen las paltas y que ayuda a las plantas a crecer
Aromatizador de ambiente
La cáscara de la palta, así como la cáscara de otras frutas, puede ser usada para crear aromatizadores. Lo recomendable es lavarlas, quitarles el exceso de agua y dejarlas secar al sol o en un espacio por el que circule libremente el aire. Una vez secas, desarmar y mezclar con virutas o hierbas aromáticas para tener un popurrí casero.
Maceta biodegradable
A fines prácticos, se trata de un uso similar al del fertilizante, solo que antes de enterrarla o desarmarla, podés usar la cáscara como una pequeña maceta, ya sea para poner una pequeña planta o un cactus en crecimiento. A la larga la planta puede romper la cáscara, que se irá mezclando con la tierra.
Exfoliante casero
Así como la pulpa de la palta se puede usar para hacer cremas, la cáscara también es útil. Lavala con agua limpia, frotá suavemente la parte interior de la cáscara sobre la piel con movimientos circulares y dejá actuar por unos minutos antes de enjuagar los restos con agua tibia.
Tinte natural
La piel de esta fruta tiene una pigmentación particular que puede servir para hacer tintes naturales. Herví las cáscaras con poca agua o picalas en una taza con agua muy caliente y dejá reposar por unos minutos. Como resultado obtendrás un líquido más oscuro que un te con el que podrás teñir papeles y telas.