Misterio en el norte argentino: un pueblo está abandonado pero su cementerio sigue creciendo

Aunque fue abandonado hace décadas, este misterioso lugar conserva un cementerio donde siguen enterrando gente. ¿Por qué ocurre este fenómeno en uno de los pueblos fantasma más enigmáticos del país?

El cementerio La Casualidad sigue creciendo aunque el pueblo este abandonado El cementerio La Casualidad sigue creciendo aunque el pueblo este abandonado Meteored
21 Junio 2025

En lo alto de la inhóspita puna argentina, cerca del límite con Chile, Salta conserva las ruinas de un pueblo que, pese al abandono, sigue en pie como eco de otra época. Es La Casualidad, ubicada en el Departamento Los Andes, donde funcionó por casi 40 años una planta dedicada a la explotación de azufre.

Considerado un pueblo fantasma, La Casualidad fue fundado en 1951 con el fin de alojar al personal de una mina cercana. Durante sus años de auge, contó con una infraestructura pensada para el crecimiento: escuelas, hoteles, confiterías, una oficina postal, canchas deportivas, teatro y cine.

En los años 60, el Establecimiento Azufrero Salta (EAS) era el principal motor económico del lugar, y su población alcanzaba los 3.000 habitantes. Pero los cambios en el mercado hicieron caer la demanda de azufre.

Una década más tarde, La Casualidad quedó desierta, y aquel esplendor inicial se desvaneció para siempre. Incluso sufrió saqueos. Sin embargo, sus estructuras ruinosas aún resisten, imponentes, en medio del desierto.

¿Por qué el cementerio de La Casualidad no para de crecer?

Aunque hoy La Casualidad permanece en silencio y sin actividad, su cementerio ha registrado un crecimiento inusual en los últimos años. ¿Por qué ocurre esto? Muchas personas que vivieron allí y atesoran recuerdos de una etapa feliz de sus vidas expresan su deseo de ser enterradas en ese lugar. Los descendientes de antiguos mineros aseguran que la conexión emocional con el pueblo sigue siendo profunda y significativa.

Sucede que este pueblo albergó durante más de 30 años a numerosas familias, conformadas por mujeres y hombres que desarrollaron allí su vida laboral y afectiva. Con el cierre de la mina, ordenado mediante un decreto del por entonces ministro Alfredo Martínez de Hoz, todos ellos debieron afrontar el desarraigo y dejar atrás el lugar que consideraban su hogar.

Vista del cementerio de La Casualidad Vista del cementerio de La Casualidad La Nación

Cómo acceder a La Casualidad, el pueblo fantasma de Salta

El viaje hacia La Casualidad, un sitio marcado por el silencio y el tiempo, comienza en la ciudad de Salta tomando la Ruta Nacional 51 rumbo al Paso de Sico. En el camino se cruzan Santa Rosa de Tastil, San Antonio de los Cobres y Olacapato. Desde allí, se continúa por la Ruta Provincial 27 en dirección a Tolar Grande, atravesando los majestuosos salares del Diablo, Pocitos y Arizaro.

Después de cruzar el salar de Arizaro y avanzando hacia el suroeste, se llega a la desolada estación ferroviaria de Caipé. Siguiendo ese mismo recorrido hacia el sur, aparece la Mina de La Casualidad, hoy convertida en un testimonio silencioso de su historia.

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