25 Junio 2025
Un anillo, un bombón gigante y un “sí”: la propuesta tucumana que emocionó a toda la Argentina
Una historia de amor conquistó los corazones de toda la Argentina. Emilce y Luis, dos emprendedores tucumanos, se convirtieron en protagonistas de uno de los momentos más tiernos del año: una propuesta de casamiento inesperada, viral y llena de amor... y de chocolate.
Porque sí, esta historia empieza con un bombón. Pero no uno cualquiera. Emi, pastelera y alma creativa detrás de "Niño Obrador", ideó junto a una amiga chocolatera un Ferrero Rocher gigante, de esos que parecen hechos para envolver una fantasía. Dentro, cuidadosamente escondido, un anillo. Y una pregunta. La más importante.
“Yo sabía que si no lo hacía así, no lo sorprendía”, cuenta Emilce a LA GACETA entre risas y lágrimas. “Le dije que íbamos a grabar un video para probar el bombón y que lo necesitaba para redes. Jamás imaginó lo que había adentro”.
Luis lo recuerda con la emoción todavía fresca. “Hasta que no vi el anillo, no entendía nada. Y cuando lo vi… bueno, me largué a llorar. Lloramos los dos. Fue muy fuerte. Muy hermoso”.
La escena, filmada con sencillez y ternura, se volvió viral en cuestión de horas. “¿Te querés casar conmigo?”, pregunta ella. Él responde con el alma en los ojos y la voz quebrada: “Yo también, mi vida… Te amo mucho”.
Y todos los que lo vieron desde sus celulares también se emocionaron. Porque no era solo un pedido de casamiento. Era un gesto de amor puro, genuino, sin guión. Era una mujer tomando la iniciativa, rompiendo mandatos y apostando a lo que siente. “Si soy yo la que tiene ganas de casarse, ¿por qué esperar?”, explica Emi con esa mezcla de dulzura y convicción que define su historia.
Luis también lo vivió como una especie de “revolución romántica”. “Me reputeó mi abuela, porque dijo que eso era cosa mía”. Pero la verdad es que lo conmovió profundamente. “Ella fue valiente, y yo me sentí amado como nunca”.
La pareja lleva dos años juntos, uno de convivencia. Se conocieron después de un duelo amoroso reciente y sin planes serios… pero la conexión fue instantánea. “Nos enganchamos sin querer”, dicen. Hoy comparten trabajo, sueños, crisis y muchas ganas de festejar el amor.
La repercusión del video fue inesperada. “No lo puedo creer”, repite Emilce, que ni siquiera tiene su cuenta en Instagram como pública. “Nos escribe gente que no conocemos, con palabras hermosas. Creo que se nota lo real, lo espontáneo. No hay pose, hay amor”.
Y cuando se les pregunta qué es el amor, no dudan: “Compañerismo, lealtad, respeto, estar en las buenas y en las malas”. Emilce lo resume mejor que nadie: “Luis fue incondicional en mis peores momentos. Me bancó cuando no me bancaba ni yo. Eso es el amor”.
El casamiento todavía no tiene fecha, pero sí un deseo claro: “Queremos una fiesta para celebrar con alegría. Nada de pompa, solo risas, música, buena comida y la gente que amamos”.
Es que en un mundo que a veces parece correr sin pausa y donde los vínculos se diluyen con facilidad, aún hay quienes se atreven a romper moldes, a llorar frente a una cámara, a decir “te amo” sin filtros. Y todo puede comenzar con un bombón gigante… y un sí.
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