EDUCACIÓN CONSCIENTE. La institución recibe donaciones a través de su página web,
En Yerba Buena, entre árboles y faroles encendidos cada invierno para celebrar la luz interior, funciona “Los Farolitos”, una escuela Waldorf que acompaña el crecimiento de niñas y niños desde el jardín de infantes hasta sexto grado. Allí, el aprendizaje no solo ocurre en los libros, sino también en el arte, el juego, el trabajo con las manos y el contacto con la naturaleza.
Hoy, este proyecto educativo autogestionado enfrenta un desafío enorme: conseguir el dinero para comprar el lugar en el que funciona y asegurar así su continuidad. Por eso, docentes y familias lanzaron la campaña “Nuestra escuela para siempre”, con la que buscan reunir los fondos necesarios para adquirir la casa y garantizar un futuro estable para su comunidad.
Una escuela distinta
La pedagogía Waldorf se basa en el desarrollo integral de las infancias. Con ella se busca potenciar la creatividad, la sensibilidad y el sentido de comunidad, sin descuidar los contenidos académicos. En Los Farolitos, esto se traduce en días llenos de música, huerta, movimiento, labores manuales y vínculos humanos genuinos.
Actualmente, la escuela cuenta con dos salas de jardín y seis grados de primaria, con 90 alumnos y alumnas, 68 familias y un equipo docente comprometido, que incluye maestras de grado, de jardín, de arte, música, labores, movimiento, huerta e inglés, además de un secretario.
Desde su nacimiento, la institución funciona gracias al esfuerzo conjunto de toda la comunidad: “Nuestra escuela es autogestiva y se construye día a día con el trabajo colaborativo entre docentes, familias y estudiantes. Aquí se valora tanto el conocimiento como los vínculos humanos”, explican desde la comisión organizadora.
El gran sueño: la casa propia
En 2017, Los Farolitos inició el proceso para obtener el reconocimiento oficial del Ministerio de Educación y está cada vez más cerca de lograrlo. No obstante, para sostener el proyecto a largo plazo necesitan un espacio definitivo y adecuado.
“Hoy estamos ante un gran desafío: adquirir la casa donde funciona nuestra escuela. Contar con un lugar propio nos permitirá seguir soñando juntos un mundo mejor para los niños y niñas de hoy y del futuro”, sostienen desde la escuela.
La campaña “Nuestra escuela para siempre” invita a toda la comunidad tucumana a sumarse a este sueño compartido con donaciones puntuales o con aportes mensuales como padrinos y madrinas de la escuela. “Cada aporte suma y nos acerca un poco más a hacer realidad este gran anhelo”, dicen en comunicados y flyers que comparten a través de sus redes sociales.
Cómo ayudar
Las donaciones pueden realizarse a través de su página web waldorftucuman.com/ donaciones. Allí se lee que la ayuda se realiza con tarjeta de crédito, débito o por débito en cuenta bancaria. Para colaborar hay dos opciones:
Con una donación puntual, por única vez. O convirtiéndose en padrino/madrina con un aporte mensual por el monto que cada persona elija.





















