TECNOLOGÍA. El celular de la muñeca ayuda a controlar su salud.
En una apuesta por ampliar la representación y fomentar la empatía desde la infancia, Mattel presentó esta semana su primera Barbie con diabetes tipo 1. La muñeca, desarrollada en colaboración con la organización Breakthrough T1D, incluye una bomba de insulina, un monitor continuo de glucosa (MCG) y un pequeño teléfono con una aplicación para controlar los niveles de azúcar en sangre. El lanzamiento busca visibilizar la realidad cotidiana de millones de niños y niñas con esta condición crónica.
“Presentar una muñeca Barbie con diabetes tipo 1 marca un paso importante en nuestro compromiso con la inclusión y la representación”, sostuvo Krista Berger, vicepresidenta de Barbie y directora global del departamento de muñecas.
La diabetes tipo 1 es una enfermedad autoinmune que suele diagnosticarse en la infancia y que requiere controles de glucosa y administración de insulina diarios para poder vivir con normalidad.
La muñeca fue presentada durante el Congreso Infantil Breakthrough T1D en Washington y forma parte de la línea Fashionista, conocida por introducir en los últimos años muñecos con sillas de ruedas, audífonos, vitiligo, y prótesis.
La periodista Constanza Almirón detalló para “Infobae” algunos detalles del atuendo elegido para esta muñeca -un top azul de lunares, minifalda con volados, bolso a tono y tacos altos- incorpora además detalles simbólicos.
Por ejemplo, los lunares azules remiten a la concienciación sobre la diabetes, mientras que la cinta rosa con un corazón en el brazo aporta la estética característica de Barbie a un accesorio médico real.
También en esa línea, Mattel lanzó recientemente una muñeca inspirada en la modelo Lila Moss -hija de Kate Moss y diagnosticada con diabetes tipo 1-, quien se ha convertido en una referente para visibilizar la enfermedad.
Cambio de paradigma
El universo de los juguetes atraviesa una transformación profunda. Después de décadas en las que las muñecas parecían responder a un solo modelo -blancas, rubias, jóvenes, ágiles y con tacones-, la industria comenzó a diversificar sus propuestas para que más niñas y niños se vean reflejados en ellas. “Cada Barbie inclusiva, desde la sordera hasta la diabetes, ayuda a normalizar esas vivencias y a generar empatía desde el juego”, destacan desde Breakthrough T1D.
OTROS DETALLES. El juguete tiene además un monitor de insulina.
Mattel no es la única marca que avanza en esta dirección. Otras compañías también han lanzado muñecos inclusivos. Entre ellas están las muñecas Lottie, con implantes cocleares, cascos antiruido para niños con autismo y acondroplasia; One Dear World y Selma’s Dolls, con personajes con síndrome de Down, ceguera o discapacidad auditiva; o Smart Doll, que ofrece prótesis, bombas de insulina y cuerpos con diferentes condiciones físicas.
¿Y los Ksimeritos?
En un registro distinto, pero con un mensaje igualmente ligado al cuidado y la empatía, se ubican los Ksimeritos, de la marca mexicana Distroller. Estos muñecos, creados por la artista Amparo Serrano, son “bebés alienígenas prematuros” que llegan del planeta Neonatitlán y necesitan atención especial para sobrevivir. Aunque no representan condiciones reales, transmiten valores relacionados con el cuidado de bebés frágiles, y la sensibilidad ante situaciones médicas.
Su llegada generó debates porque para algunos, trivializan la experiencia de tener un bebé prematuro; para otros, son una herramienta lúdica para enseñar a los más pequeños a cuidar a alguien en situación vulnerable.
Más que jugar
La inclusión en los juguetes no es sólo una tendencia de marketing. Estos lanzamientos contribuyen a derribar estereotipos, a que más niños se reconozcan en las historias que juegan y a promover conversaciones necesarias en las familias y las escuelas.
EN ROSA. El nuevo modelo lleva en su brazo una bomba de insulina.
Con cada nueva muñeca, ya sea con un implante coclear o un sensor de glucosa, se amplía el abanico de representaciones y se hace saber que todas las realidades merecen ser vistas y celebradas, también en el mundo del juego.
Millones de pacientes: una herramienta de empatía para una gran cantidad de casos
Según el IDF Diabetes Atlas 2021, alrededor de 1.212.000 niños y adolescentes menores de 20 años viven con diabetes tipo 1 en todo el mundo, y cada año se diagnostican casi 150.000 nuevos casos en este grupo etario.
No obstante, la incidencia de esta enfermedad está en aumento. Datos de la Federación Internacional de Diabetes muestran que crece entre un 3% y un 4% por año, especialmente en regiones de ingresos medios y bajos.
Por eso, iniciativas como la Barbie con diabetes no solo ofrecen representación a quienes conviven con esta condición, sino que también promueven conversaciones sobre salud, empatía y diversidad desde la infancia.
























